kill my time ୨୧ yoonmin

ෂ05

"I need your hands on me, sweet relief"

𓆝 𓆟 𓆞

Hace media hora Jimin ha estado buscando la manera de poder hablar con el pelinaranja, pero ninguna de sus ideas parecía adecuada o que fueran a funcionar del todo, más teniendo en cuenta que el otro no parecía muy contento el día de hoy, lo cual hacía que todos sus planes tuvieran una muy alta tasa de fracaso.

Pensó por unos minutos más hasta que encontró la solución, claro que era una idea bastante tonta, pero estaba seguro que serviría.
Le pediría el instagram con la excusa de mandarle la dirección de la fiesta de mañana. Podía hablar con Namjoon o Jihyo también, pero si quería hablar con Yoongi tenía que pedírselo directamente a él, de paso conseguiría su instagram personal. No es como si no pudiera seguirlo desde antes, lo había pensado varias veces, pero el tatuado tenía su cuenta en privado, y las posibilidades de que aceptará su solicitud eran casi inexistentes, así que esta vez, con la excusa de la fiesta del sábado era perfecto.

Arregló su faldita rosada frente al espejo y acomodó la cintilla del mismo color que traía entre sus rubios rizos. 

Se veía muy bonito el día de hoy.Salió del baño y camino hacia las gradas, donde sabía que se encontraría Yoongi. Al verlo, una sonrisa se formó en sus labios y su corazón comenzó a palpitar rápidamente, no solo por los nervios de hablarle a la persona que le gusta, sino porque ese era el efecto que tenía el pelinaranja en el, hacia que todo su sistema comenzará a fallar y su cerebro dejaba de trabajar, provocando que constantemente hiciera el ridículo frente al otro. Pero quién puede culparlo, solo era un chico enamorado de otro chico.

Se paró frente al tatuado para que esté dejará de ver su cámara y le tomara atención a el, lograndolo a los segundos de haber llegado.

Yoongi levantó su mirada y pudo ver la razón de su enojo y mal humor: Park Jimin y su maldita vestimenta.
¿Por qué debía venir vestido de esa forma?, no le gustaba, llamaba mucho la atención, sobre todo de los estudiantes masculinos, ¿y cómo no?
Esa corta faldita lo único que hacía era lucir aquellas cortas y blanquecinas piernas, y esa camiseta blanca que remarcaba su cuerpo y sus pechos, joder, el rubio solo tenía que inclinarse un poco y podría ver aquella línea que se formaba entre ellos y más.

— ¿Qué quieres? —No pudo evitar hablar con un tono brusco y molesto ante los descarados pensamientos que estaba teniendo sobre el porrista. Debía dejar de ser tan hormonal y centrarse en otras cosas.

— ¿Podrías darme tu instagram? —Jimin vió como Yoongi levantaba una de sus cejas ante la pregunta, así que se apresuró a terminar de hablar. 

—Es para poder enviarte la dirección de la fiesta, ya sabes, no se las di ayer. —Pasó su lengua entre sus labios como una señal de nerviosismo y vergüenza, el pelinaranja lo estaba viendo fijamente sin decir una palabra ante su pedido, y para el era imposible saber que estaba pensando Yoongi, siempre tenía una cara de indiferencia cuando hablaban y eso lo ponía triste, sabía que no era del total agrado de este, pero aún así saber que no le agradas a la persona que te gusta es desmotivador y horrible.

— ¿Por qué no se lo pides a Jihyo o Namjoon?

—Te vi a ti primero. —Mentira. Se había topado con Jihyo antes y la había saludado incluso, pero no le diría eso, tenía un plan que cumplir.

—Mmhm.—No sabía si Yoongi le había creído del todo, pero esa preocupación desapareció apenas vió como esté le tendía su celular con su instagram abierto en el buscador.
Con una sonrisa tomo el dispositivo y se siguió.

Se inclinó para devolver el celular a su dueño y al hacerlo Min no pudo evitar mirar lo pechos de Jimin, estaban frente suyo y dios sabe todo lo que imagino en esos pocos segundos que estuvieron en su campo de visión.
Y no podía evitarlo, imaginarse a el mismo tocandolos y lamiendolos mientras escuchaba los gemidos del porrista por la estimulación, ¿le rogaría que se detuviera si los mordía muy fuerte? Deseaba saberlo, deseaba escuchar a Jimin rogarle que se detuviera, que fuera más gentil y maldición, el lo haría, lo trataría con la mayor delicadeza del mundo, pero al mismo tiempo sería un hijo de puta brusco.