CAPÍTULO UNO (nueva versión)

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Domingo 

Decir que es uno de mis días favoritos era una gran mentira, la mayoría de los seres humanos odian los domingos incluyéndome, sostengo una gran teoría y es que las malas noticias llegan los domingos y más si es un domingo soleado. Pero hoy el día estaba a mi favor y era un gran día lluvioso, podía disfrutarlo en mi casa con mi querido novio John, sólo que últimamente disfrutaba más de pasar tiempo con sus amigos que conmigo. Triste.   

Y patético que siga insistiendo a que se quede a pasar el día conmigo cuando se excusaba una y otra vez diciendo que ya había quedado con sus amigos.

Dio por terminada la conversación. Me dio un casto en la frente como de costumbre y dijo que podíamos almorzar juntos, y yo como de costumbre acepté, él se pasó todo el tiempo con la vista pegada en su teléfono, hice bromas, hablé sobre el hockey, hasta le hice creer que la vida privada de sus compañeros me importaba (como siempre), pero nada funcionó. Nuestra relación ya no era lo mismo de antes. Estaba desgastándose cada vez más.

Ya eran casi las siete y mi tiempo con John ya se estaba terminando, se estaba por duchar para ir a casa de sus amigos o compañeros de equipo. Ya no recuerdo a dónde era porque estaba escribiendo mis quejas de todas las semanas a mi mejor amiga Lane, la pobre ya está cansada de mis problemas. Los llama problemas de chica de ciudad.

Lane y yo somos mejores amigas desde bebés, fue a la que más me costó dejar cuando me mudé al país vecino. Mi mejor amiga fue madre y yo no estuve ahí. Me arrepiento todos los días. Ella trata de tranquilizarme diciendo que el trabajo es el trabajo y que siempre le envíe un gran regalo cuando reciba mi paga. Siempre cumplo.

Una parte de mí quería seguir insistiendo en que se quedara e intentar convencerlo de mirar una película juntos.

¿Qué no es eso lo que hacen todas las parejas los domingos?

Solo que si soy realista, John no me ve como su novia, y le encanta decirle a sus amigos que no estamos saliendo en repetidas ocasiones. Y lo permito una y otra vez.

No puede ser que siga permitiendo eso. Parecía como si no me quisiera ni un poco a mí misma.

Los amigos de John creen completamente en su mejor amigo, así que para ellos somos dos buenos amigos que se criaron en el mismo lugar y están aquí trabajando juntos, él como jugador de hockey y yo como su representante. Nuestra tan cercana relación es exclusivamente por trabajo y mismo lugar de origen, algunas veces también me niega como su amiga.

Aún más ahora que mi carrera como representante va en caída libre hacia el fracaso. Se podría decir que perdí la magia, la mitad de mis jugadores tienen una mala reputación que hace que nadie quiera que estén en sus equipos, y la otra mitad no logra que les renueven sus contratos por más tiempo.

Sí, patético. Mi vida profesional y amorosa son un puto asco. Posiblemente, pierda mi trabajo y mi no novio se había convertido en un gran mentiroso.

Me dolía que me mintiera a mí cuando siempre estoy para él y me preocupo de que por mi culpa pudiera perjudicar su carrera. Nuestra relación es secreta para proteger su carrera en el hockey. Eso era una gran mentira a la que por mucho tiempo creí porque estoy enamorada, pero como representante sé que la gran mayoría de mis colegas prefieren que sus jugadores estén en pareja, dicen que eso los mantiene lejos del peligro.

Me repetía una y otra vez que podía seguir ignorando sus mentiras por más tiempo. Ese tiempo eran unos tres partidos para darle a John un ultimátum. Me quieres o me dejas, pero no para seguir siendo tu secreto, estaba cansándome de estar a las sombras.

Iba a tratar de ser buena con John e iba a esperar a los partidos fuera de casa para hacerle saber mis deseos, eso le daría unas buenas dos semanas para pensar en su respuesta.

'tis the damn seasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora