Los dos Lideres estaban sentados cerca del uno al otro.
La fiesta estaba alocada, era normal, era una fiesta de la Secta LanlingJin.
Nie Mingjue estaba sentado al lado del silencioso Wen Ruohan. A ninguno le agradaba Jin Guangshan y les daba asco solo verlo rodeado de todas esas mujeres.
Quien sabe que enfermedades tendria aquel hombre en su polla.
Asi que solo por eso, ninguno se estaba mirando mal. Despues de todo, muchos sabian que al Lider de QingheNie no le agradaba mucho la arrogancia y tirania de Wen Ruohan.
Si las personas prestara atencion, estarian sorprendidas de ver a ambos lideres sentados, tomando y tranquilos.
-Odio estas fiestas. -dijo Nie Mingjue de repente. Wen Ruohan parpadeo sorprendido. No pensaba que el Lider Nie iba a tratar de hablarle. No creia que este estuviera tan borracho.
-Tu...
-Estoy lo suficiente borracho como para hablar contigo. Asi que no me culpes. -lo interrumpio bruscamente. Wen Ruohan solo tomo su bebida mientras escondia su suave sonrisa.
-No me estoy quejando. -sonrio dulcemente. Nie Mingjue miro sus labios.
-Eres hermoso. -dijo de repente. Era algo que aun si estuviera cien por ciento sobrio, era algo que no negaria, solo que jamas lo diria en voz alta.
Wen Ruohan casi se atraganta con el aire al escucharlo. Jamas penso que iba a oir esas palabras salir de la boca de Nie Mingjue.
Pero tampoco se iba a quejar. Nie Mingjue era un hombre que estaba guapisimo. A nadie le molestaria estar con tal hombre.
Wen Ruohan sonrio con coqueteria. Se movio un poco, acercandose a su oreja y le susurro:
-Tu eres bastante guapo, Nie Mingjue. -dijo mientras le daba un beso en la oreja para luego alejarse.
Nie Mingjue dio un suspiro agudo.
-Vamos. -sin ni siquiera escuchar su opinion, Nie Mingjue le tomo la mano y se lo llevo a una de las habitaciones que Jin Guangshan le ofrecio para hospedarse.
Esa noche iba a haber accion.
Nie Mingjue empujó a Wen Ruohan al interior de la habitacion, sujetándolo contra la pared para atrapar al hombre más bajo en estatura.
Mirando a los ojos del otro hombre, Nie Mingjue solo podía ver lujuria y la coqueteria.
Inclinándose, Nie Mingjue cubrió los labios de Wen Ruohan con los suyos. Ignorando el quejido, el hombre de ojos miel apretó las caderas contra el bulto del de ojos carmesi.
Cuando Wen Ruohan ya no pudo contener su gemido de placer, Nie Mingjue aprovechó la oportunidad para deslizar su lengua en la boca de Wen Ruohan.
Nie Mingjue atrapo la lengua de Wen Ruohan y comenzo a succionarla para luego soltarla y comenzar una lucha por la dominacion.