Peter se había prometido que no volvería a arrepentirse de alguna decisión tomada en su vida, claro que había ocasiones en las que deseaba no tomar algunas, pero terminaba por aceptarlas. La decisión de interrumpir su embarazo era una de esas decisiones que en ocasiones rondaban su mente, que le hacían imaginar en que habría pasado si hubiese tomado otro camino, pero no se arrepentía. Estaba seguro de que no quería una responsabilidad como lo era cuidar de otro ser humano, a penas y podía consigo mismo como para encargarse de otro.
En ocasiones miraba el reloj que podía llevarle de vuelta al universo donde dejó atrás a su alfa, pero se negaba a ir a buscarlo, no por orgullo, sino porque temía que al verlo de nuevo sintiera el terror que se albergó en su cuerpo cuando le amenazó con que tuviera a su cría, temía que los buenos recuerdos antes de ese error se borraran por la incomodidad y miedo de verle. A veces toqueteaba el reloj esperando que alguna alerta llegara a este, una excusa para ir, una razón para fingir que regresaba sin quererlo, pero la verdad es que una parte suya lo anhelaba. Deseaba atravesar el portal para rodearlo con sus brazos, aspirar su aroma y sentirse a salvo, pero las cosas nunca salían como él quería, como planeaba, como anhelaba.
Las estaciones seguían su curso sin tener alguna señal de aquel que había calado hondo en su ser, que aún a su edad le hizo creer que podría tener un alfa, que no sería un omega solitario por el resto de su vida. Se reía de si mismo cada vez que lloraba en la ducha, cada vez que en su habitación miraba el techo con la esperanza de que un portal se abriera y pudiera ver de nuevo a su alfa.
Una noche creyó pasaría, un portal se abrió en su techo, a penas y logró ponerse su mascara, así como un dispar de zapatos. Al atravesar el portal se encontró en un universo que no reconocía, no era la tierra-928, se sorprendió al verse a sí mismo o, mejor dicho, una contraparte suya en una enorme pantalla donde anunciaba su muerte.
Agobiado anduvo por la ciudad sin un rumbo aparente, meditando sobre donde estaba, quejándose cuando su cuerpo se distorsionaba al no traer consigo el reloj, se lamentaba en cada momento no mantenerlo en su muñeca, pero en ocasiones necesitaba quitárselo porque dolía verlo, lo que representaba, lo que recordaba.
En el cementerio pudo apreciar un adolescente frente a una tumba, su sentido arácnido vibró suavemente y se acercó para tocarlo.
― Oye. ─ Una descarga eléctrica atravesó su cuerpo antes de caer en la inconsciencia, para cuando despertó se encontraba atado frente al adolescente que había encontrado antes, aspiró levemente el aire reconociéndolo como otro omega, no había peligro con el que no dejaba de cuestionarlo, por suerte era un novato y no puso atención a sus manos por lo que pudo liberarse. Estaba cansado de los viajes dimensionales, de tener que lidiar con cosas que no eran asunto suyo, por lo que pensaba buscar una manera de irse y ya, quizá si cumplía la misión de su contraparte Spiderman podría ir de regreso, intentó ignorar al omega que le pedía ir con él y solicitaba su tutoría.
Tonterías, él no estaba para hacer de niñera de nadie, pero al verlo agacharse mientras se adhería en la pared algo dentro suyo se removió, intentó ignorarlo e irse, pero sus instintos le pedían a gritos protegerlo, a no dejarlo solo. Gritó contra su antebrazo para ahogar el sonido antes de mirarlo e indicarle que le siguiera.
Miraba ocasionalmente a aquel joven omega que no dejaba de hacer preguntas en busca de que le enseñara alguna cosa, le dio consejos básicos y se sintió un poco feliz al ver que le prestaba atención, sentía una dulzura crecer en su interior mientras su aroma se liberaba suavemente para envolver al que no entendía que estaba siendo reclamado como una cría.
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Coward Alfa, Brave Omega
FanfictionContinuación de Clumsy Alfa, Silly Omega. Por favor leer la primera parte para entender esta. Omegaverse, Peter OMega, Miguel Alfa.