Capítulo 1

32 4 0
                                    

Rose

Justo el viento vino cuando el profesor me iba a amenazar con ponerme un parte por darle con un avión de papel mientras que estaba explicando las ecuaciones de primer grado, pff... que suerte he tenido si me lo llegan a poner ¡me expulsan! la bronca que me echaría mi madre...

De mi clase, solo quedé despierta yo, Rose Arnold.

Miré a mi compañera, Trina Jones y estaba dormida. La intenté despertar de todas las maneras posibles, hasta fui al baño a por agua para echársela por encima. Tenía que hacer algo, así que salí al hall y me encontré con mi hermano Zac Arnold, pff... siempre estamos discutiendo, pero este no es el momento, pues éramos los únicos despiertos.

-Anda mira quién está aquí-dice con sarcasmo- ¿qué, has venido para fastidiarme o me vas a sorprender hoy?- dijo con tono irónico

-Yo también me alegro de verte, además no es buen momento para discutir,-digo-estaba en clase y se han dormido todos de repente,

-Pues mira, ya somos dos- dice

-Vas a seguir así mucho rato o te vas a callar ya- digo con una seriedad que no sabía que existía en mi persona

-Paro ya,- dice con cara de pena a la vez que mi sonrisa se agranda- pero solo por las circunstancias- y le miro mal, ¡con lo bien que había quedado ,pero lo ha tenido que fastidiar!

-Podríamos buscar algún libro en el que haya alguna información sobre lo que está pasando-dice con interés

-Para variar, el empollón tiene que ir a la biblioteca- y añado una risa falsa, me apetecía fastidiarle un poco, y me hace sonreír cuando pone una cara de no sé que decir

-ya sabía yo que no podíamos estar ni 5 minutos sin discutir- dice con sarcasmo y terminándolo con una risa  falsa

¡Cómo detesto sus sarcasmos! Un solo sarcasmo me puede sacar de mis casillas, y eso fue lo que pasó.

Me giro le doy la espalda al tiempo que avanzo hacia la puerta de salida, cuando la intento abrir no lo consigo, vuelvo a intentarlo y tampoco puedo, giro un poco la cabeza, lo suficiente como para observar a mi hermano, y verlo mirándome son su sonrisa asquerosa y riéndose exageradamente. Ese fue el último empujón para volverlo a intentar > me digo a mi misma para darme un poco de ánimo, lo intento por última vez poniendo todo mi empeño y fuerza en ello y no lo consigo.

Un suspiro se escapa de mi boca. De repente empiezan a abrirse y cerrarse todas las puertas armando un terrible estruendo, al ver y escuchar esto Zac y yo nos miramos con cara de terror, volví a mirar al frente, y me giré hacia Zac, y creo que pensamos lo mismo, ¡que la isla se había vuelto loca! fui corriendo hacia él con cara de desesperación y de miedo,

- Creo que lo de la biblioteca no era tan mala idea- mientras pasaba por su lado conseguí hacer que mi boca trabajara

Nos paramos a pensar durante cinco segundos y al mismo tiempo asentimos con la cabeza y echamos a andar hacia el pasillo de la biblioteca.

LOS ELEGIDOS POR EL VIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora