𝙾𝚜𝚌𝚞𝚛𝚘 𝚆𝚒𝚕𝚜𝚘𝚗

𝗖𝗔𝗣. 𝗡𝗢. #48

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Capítulo 48 : #48 - Nuestro secreto

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Ella me encuentra en el balcón.

Desearía que ella se fuera, desearía que no cuestionara, que no me mirara con esa maldita preocupación en sus ojos, porque él está mirando, desde su propia oficina, con la cabeza inclinada sobre su escritorio como si estuviera concentrado en su trabajo. .

Pero no lo es.

Puedo sentir cada mirada acalorada y sospechosa: sé que se pregunta si guardaré nuestro secreto.

Me obligo a no estremecerme cuando ella toca mi hombro magullado y me hace girar para mirarla... y a él, justo detrás de ella. Mis ojos se encuentran con los suyos por un instante antes de mirarla a los ojos - todo inocencia.

"House", pregunta, muy preocupada, muy compasiva. "¿Estás bien? ¿Todo está bien?"

Casi me dan ganas de llorar.

"Todo es perfecto, Cuddy. Irse."

Le digo bruscamente, con la esperanza de ahuyentarla antes de que pueda darse cuenta de que mi bastón está en el lado equivocado hoy. Me duele demasiado el brazo derecho para sostenerlo. Sé que no quiso sacudirme tan fuerte, no quiso desgarrarme tanto. Si tan solo hiciera un mejor trabajo para mantenerlo feliz...

"¿Está seguro?" pregunta, y oh Dios, su voz es más suave ahora, con una dulzura que ya rara vez escucho de nadie.

Vete, vete antes de que lo arruines todo...

"Oh, espera", respondo con una sonrisa sarcástica. "Acabo de recordar: mi vida es una mierda porque alguien me realizó un procedimiento médico sin mi consentimiento y ahora no puedo caminar..."

No, estúpido, no llames la atención sobre el bastón...

"Y acabo de recordar algo más", continúo con voz fría de falsa sorpresa, todavía sonriendo. "No eres alguien con quien me interese hablar sobre mi vida personal. Así que si no te importa, ¿podrías ser tan amable de irte... lejos?"

Era arriesgado, pero sabía que la mención de esa cirugía lejana sería suficiente. La culpa es evidente en su rostro y sus ojos se llenan de lágrimas no derramadas. Ella asiente, probablemente demasiado emocionada para hablar, se da vuelta y se aleja.

La lastimé. Ella solo estaba tratando de ayudarme, de acercarse a mí, y la lastimé, pero también logré alejarla.

Y eso es bueno.

Capto su mirada antes de darme vuelta y regresar a mi oficina - y él está sonriendo.

Él aprueba.

Nuestro secreto está a salvo para otro día y, con suerte... yo también.

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