"Y ese fue el momazo más bueno del mundo
Aunque nos durara tan solo un segundo
Más no me arrepiento de haberme reido
Porque la grasa es un sentimiento"
"Cariño, por faavor ya basta llevas dos semanas así, pará un rato, acepta que la grasa ya murió"
...
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Era medio día. Todo estaba muy animado, pues, como buena familia latina, los centroamericanos decidieron hacer un almuercito.
Mientras en el patio, Honduras y Nicaragua preparaban la asadora, avivando el fuego, Costa Rica y Panamá habían ido a comprar unos materiales que habían faltado, y por su parte, Belice y El Salvador convivian amenamente en el patio, compartiendo comentarios de vidas ajenas, y los demas invitados no habían llegado aún.
Guatemala y Alemania preparaban la carne.
Era la parte favorita de ambos, Guatemala porqué tiene una buena sazón, y Alemania...simplemente le gustaba la carne. Era demasiado obvio, cuando iban por el super, y al pasar por los embutidos, su nariz se pegó a los olores de los muslos grandes, gordos, y sangrientos de las vacas.
Nunca fue una alerta realmente.
-Maje, ¿y después sabes que me dice la cerotita esa? Viene la mula y me di-no pudo terminar la oración al ver como en el patio se había descontrolado el fuego.-puta madre con estos mierdas. Ya vengo.-dijo el chapín, quitandose el mandil, lavandose las manos y saliendo al patio.
Alemania se quedó callado en la cocina, en sus manos tenía una buena parte de carne, recien sazonada, aun con sangre fresca...no lo iba a dejar así sin darle una probada.
Con cuidado tomó un cuchillo, y cortó una esquina de esta misma, y la metio en sus fauces, primero, su lengua presionando contra el cielo de su boca, pudiendo saborear los sabores diferentes y llevandose con su saliva los mismos, junto con un poco de esa deliciosa sangre...
Después de eso, lentamente empezó a masticar el pedazo, rompiendo con sus dientes filosos las fibras rosaditas, lentamente convirtiendolo en una masa deforme, que al ya estar como un puré de papa, lo tragó.
Sabía que si lo hacía enfrente de su amado, el mismo lo obligaría a vomitarlo.
Después de ver por la ventana como se calmaban las cosas, soltaba pequeñas risillas al ver como su amado a pesar de ser un enano, les daba una puteada.
Después todo siguió normal, siguieron sazonando la comida y asandola.
Al ya estar todos sentados, Honduras le gritó:
-Chch, vos cipote.-dijo llamando la atención del tri-color cual conversaba con Costa Rica.-¿Vos querés la carne semi cruda o bien asada?
-oh...termino un cuarto..o dos cuartos..-habló y le dió una sonrisa
Todos se quedaron callados, y empezaron a reír, aveces Alemania no encajaba en esa familia tan diversa de 7 integrantes, mas que nada por la ignorancia en esos temas de Honduras.
-Solo cociná la carne como...5 minutos cada lado, así le gusta a aquél.-habló Guatemala el cual terminaba de preparar los acompañantes de la carne.
