El poder del mal

La compra

-¿Quién dice $40000?-dijo el vendedor en la subasta de la casa.
-$40500-dijo uno de los compradores.
-$50000-dijo un otro.
-$55000-dijo un hombre que se notaba que acababa de llegar apenas unos instantes antes.
-$60000-dijo George.
-Bien, tenemos 60000 dólares, ¿alguien dice $65000?.
Nadie respondió.
La casa era suya.

Cuando llegó a su departamento gritó:
-¡Cariño, sal en este instante!
-Voy en un segundo.
-Claro, te espero.
George esperó sentado en el sofá de su pequeña sala mientras veía el periódico del día.
Se puso a recordar cómo conoció a Nicolle; la conoció durante una fiesta en casa de uno de sus antiguos amigos, él la invitó a bailar y ella aceptó con gusto, bailaron mucho hasta que final mente se sentaron y comenzaron a charlar, después se hicieron novios hasta que finalmente después de cinco años de ser novios se casaron y tuvieron dos hijos Carole (Quién ahora tiene 8 años) y Thomas (Quién ahora tiene cinco años).
Cuando Nicolle por fin salió de su habitación, salió con los dos niños, Carole llevaba un vestido rosa con rayas azules y Thomas llevaba unos jeans de mezclilla y una playera de que decía: "Soy un diablillo".
-Lo siento cariño, estaba ayudando a los niños a vestirse, ¿Qué pasa?-Preguntó Nicolle con cara de enigma.
-¡Te tengo una buena noticia!-Dijo George emocianado.
-¿Cuál?, dimela ya-Dijo Nicolle un poco indiferente.
-Okay, como éste departamento ya era muy pequeño para nosotros decidí que ya era tiempo de mudarnos a un lugar más grande, así que he comprado una casa-Dijo George.
-¡Wow!, ¡esa es una exelente noticia!-Dijo Nicolle impresionada.
-Lo malo es que esta a 15 minutos de la aquí, es una zona un poco alejada de ésta ciudad y creo que no tenemos vecinos.-Dijo George algo preocupado.
-Oh, eso no importa, ya lo solucionaremos.-Dijo Nicolle despreocupada.
-Si pero ¿qué pasará con la escuela de los niños?-Dijo George.
-Por ahora ya han terminado las clases, cuando regresen pensaremos en algo, por ahora no te preocupes por eso.-Dijo Nicolle.
Ella era una mujer tan comprensiva, ahora George veía que había hecho una buena elección.
-Okay, hay que empacar, vamos, te ayudaré.

Empacaron durante horas hasta que finalmente terminaron.
-Hay que descansar, mañana será un día largo y pesado-Dijo George con un tono cansado.
-Está bien-dijo Nicolle- Iré a acostar a los niños.
Nicolle fue, acostó a los niños, les dio un besó y les dio las buenas noches.
Finalmente llegó a la habitación con George y se acostó.
-Buenas noches Nicolle-Dijo George somnoliento.
-Buenas noches George-Dijo Nicole.
Apagó la luz y se durmieron.