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Bill

Estoy jodido en todos los idiomas y lenguas existentes. Rey, me pidió que lo llamara Rey. Eso odiaba de Tom, eso odiaba de todo está  relación. Siempre había quedado claro que el se sentía superior a mi, desde que éramos pequeños ese pequeño instinto de superioridad había creado una especie de relacion de poder entre nosotros. Era bastante contradictorio el hecho de que nosotros somos genéticamente iguales, pero Tom siempre recalcaba como el era el rey y yo era su príncipe. Antes me parecía romántico, una tragedia griega, ahora y con los años no tengo ni idea de cómo sentirme.

Me quedé paralizado en mi cama, simplemente no tenía una manera madura de reaccionar ante esto. Se supone que sea el adulto maduro que en pocas palabras va a ponerle un alto a Tom, soy el adulto maduro que hará las cosas bien, caminara por el hotel y será maduro. Bueno eso se supone que haga, incluso una sensación de Mareo constante se apoderó mi cabeza. Como si de un juego de feria mal ajustado y con una gran probabilidad de salir volando. Me sentía tan mareado como estar en un barco con una tormenta, esa sensación perduró hasta el día sábado, 4 días. 4 días de mareos constante, esos mismos mareos que me habían sacado de clases. El domingo comencé a empacar, las cámaras habían llegado, el equipo estaba siendo enviado al hotel mientras yo miraba al techo, había ropa interior, zapatos, una gabardina, ¿Para que quería una gabardina en Brasil?, Tal vez era un estereotipo y estaba nevando, mi cabeza dolía.

Comencé a dar vueltas por la habitación y los mensajes de Gustav emocionado me estaban matando. Honestamente era como si el mundo se hubiera caído encima, como si el techo colapsara sobre mi cuerpo enterrando escombros y haciendo que un espeso polvo de emociones guardadas y sentimientos encontrados abarrotarse mí garganta, al punto de hacerme vomitar. Respiré profundo y me enjuague la cara, allí estaba yo, piel pálida, facciones afiladas y el cabello rubio, las raíces negras me estaban delatando. Al final del día el era tan parte de mi como yo parte de el.

En medio de pensamientos intrusivos termine mi maleta. Mire la ventana y me senté en el piso de mi departamento. Recordé a mis últimas relaciones, todas tenían algo en común. Ese factor que daba escalofríos y me mantenía al borde del llanto en las noches de insomnio. Todos y todas eran unos completos hijos de puta, Alexander mi primer novio era un drogadicto, Natalia mi segunda pareja era una ladrona, Luna literalmente amenazó con asesinarme y por último Markus, el simplemente era un monstruo, nunca perdía la oportunidad de golpearme e incluso trato de acabar conmigo más de una vez.

Esos recuerdos me siguen atormentando, ahora volvería a la raíz de todo. Estaba aterrado y lo peor es que tenía que ocultar mis miedos, mis inseguridades, tenía que ocultar mi culpa y mis ganas de llorar. ¿La razón? Es bastante simple, tendría que volver al momento en el que me enamoré de Tom, pero siendo realistas quien lo entendería? Quien me vería y diría

"Claro Bill te entiendo. Yo también me enamore de mi hermano"

Es ridículo. Yo soy ridículo. Tal vez si las cosas hubieran Sido diferentes yo no estaría pensando en esto, el hubiera no existe y eso es difícil pero al menos tenía la esperanza de que esto se iba a volver mejor. Sip todo mejoraría

El temido día llegó y yo estaba aterrado. Gustav parecía un niño pequeño. Era su mayor logro en la vida, ayudar a los demás sin importar a quien. Yo por otro lado estaba a punto de vomitar, tenía una sensación de muerte inminente mientras mi cerebro me jugaba malas pasadas.

-escuche que la auténtica caipirinha era de las mejores bebidas de Brasil-

Dijo el rubio mientras me miraba con una sonrisa, estábamos en el mismo café que la última vez, comiendo por última vez en Alemania antes de nuestro vuelo a media noche.

𝐻𝑦𝑏𝑟𝑖𝑠𝑡𝑜𝑝𝒉𝑖𝑙𝑖𝑎 •𝐓𝐨𝐥𝐥 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora