El Plan Perfecto || KimMacao

Capitulo 1

Narra tercera persona

Cargar con una persona que literalmente es peso muerto, nunca fue fácil, si a eso sumamos el hecho de que Macao también estaba medio borracho, sería doblemente difícil. Pero con mucho esfuerzo, logró llegar hasta la habitación de Kim, dejándolo caer sobre la cama que, hasta antes de eso, estaba pulcramente tendida. 

Kim se removió, para después sentarse y quitarse la chaqueta lanzándola a algún lugar de la habitación. Macao por otro lado, solamente miraba divertido como su primo peleaba con la prenda para podérsela quitar y decidió acercarse y ayudarlo con los zapatos.

- Macao… - El mencionado levantó la vista y se encontró con los hermosos ojos de Kim, mirándolo fijamente. 

- Dime… - Kim guardó silencio, estuvieron un rato viéndose a los ojos, solo mirándose, ambos mantenían en silencio lo que sus miradas gritaban…

- Creo que Khun metió algo en mi bebida…

- ¿Qué? ¿Por qué lo dices? - Fue a sentarse a un lado de él. - ¿Te sientes mal? - Y es que verdaderamente, Macao creía a Khun capaz de cualquier cosa.

- Estoy caliente…

- Oh… - Eso realmente lo había sorprendido, con que a eso se refería en la nota donde decía “por si alguno de los dos lo necesita”.

- Olvídalo, iré a tomar una ducha… - Dijo Kim intentando levantarse, pero Macao fue más rápido y lo tomó del brazo, para evitar que se fuera.

- ¿Qué te parece el sexo entre hombres? - Le preguntó acercándose peligrosamente al rostro contrario. 

- Que es idiota, me gustan las mujeres. - Kim pudo sentir la respiración de Macao en su piel, lo cual le agradó. - Soy hetero. - El menor acaricio el muslo de Kim, provocándole un suspiro ahogado. - No es buena idea, Macao… - Los labios del menor rozaban los suyos, era una sensación que jamás había conocido. - Afuera hay mucha gente. - Macao comenzó a hacer un juego de narices poniendo a Kim inquieto por probar sus labios carnosos. - Y… quizá no sea tan hetero como creía. - Rió robándole un beso al menor. 

- Gracias al cielo. - Macao unió sus labios, fue un beso fogoso lleno de descaro, la temperatura de sus cuerpos era alta y el sonido de las lenguas chocando los encendía aún más. Macao sintió que no se arrepentiría de esto, estaba empezando a disfrutarlo. 

Porque sí, una parte de él le decía que estaba mal aprovecharse de la borrachera que Kim tenía, pero si no lo hacía, jamás tendría el valor suficiente para hacerlo. 

Coló su mano por detrás de su cuello, acercándolo más a su boca, Kim comenzó a desabrochar su camisa acariciando el pecho suave de Macao, tener esas manos tocando su piel le erizaba. Los pantalones fueron difíciles de sacar, pero nada que unas manos inquietas y sus cuerpos excitados no pudieran lograr. 

Macao echó la cabeza para atrás cuando sintió la lengua de Kim sobre su cuello, enterró sus uñas en su espalda y fue más fuerte cuando sus erecciones se rozaron. Ya estaban desnudos por completo, la fogosidad del acto los cegaba, al menos a Macao quien gemía con cada tacto y roce. 

Sus sentidos volvieron en sí, cuando escuchó el paquete de preservativos abrirse, vio como Kim se masturbaba un poco para luego ponérselo, se dio cuenta que él sería a quien le tocaría recibir, y es que realmente nunca había pensado en eso, vamos, realmente le encantaba la idea de tener a Kim entre sus nalgas, pero no se había preparado, la longitud del miembro de Kim lo asustaba.

Tragó saliva cuando tuvo a Kim frente a frente, sobre su cuerpo, no podía negar que deseaba continuar y que quería morder una vez mas esos deliciosos labios rojos que lo estaban matando…