Capitulo 5

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Omegita... no hagas esto difícil, te está doliendo, y también a mí. No se supone que sea así. Fruncí el ceño y suspiré. Sé que está en su celó y está desesperado.

Perdóname, alfa, pero es que no resisto más... por favor, alfa... sus ojos suplicaban con un brillo inexplicable y su voz era tan dulce, estoy tan enamorado. Solo quiero que disfrutes esto tanto como yo, mientras dure.

Así que me deslicé  lentamente fuera de él, sin lastimarlo ya que debido a su imprudencia seguro le dolía. Es cierto que tenía su entrada lubricada  y de mi falo goteaba pre-semen, pero igualmente no sería lo suficientemente placentero para él.

Solté una gran cantidad de mi aroma para calmarlo, su omega ronroneó como un gatito, con un tono de satisfacción. Aproveché la oportunidad para introducir mis dedos en su entrada, sacándolos  lentamente y volviéndolos a meter. Pude escuchar cómo jadeaba y su respiración se volvía desesperada. Sabía que le gustaba.

Amor, mírame. Y aquellos ojitos que se habían cerrado con fuerza me estaban mirando, no sentía miedo de mí, al menos eso me aliviaba. Su cara estaba roja, seguro que tenía vergüenza. Y aproveché su atención en mi rostro para dilatarlo más.

Probablemente, me culpes toda la vida, Yoongi. Pero si no te tengo hoy, ¿algún día te tendré? Sé que no y puede que sea egoísta, pero esto será el adiós. Me iré lejos de ti después de esto. Lo prometo como hermano.

Él simplemente cerró sus ojos y se dejó llevar por mi aroma, está drogado de eso y no entiende nada de lo que digo, lo cual es mejor para mí. Por fin lo tendré. Y eso me llena de felicidad tanto a mí como a mi lobo, pero soy consciente de que me ganaré su odio y nunca podré ganarme su corazón. Algún día debí aterrizar y darme cuenta de que nunca tendría la oportunidad de cortejarte.

Volvió a retorcerse inquietamente entre mis brazos, su voz temblorosa y llena de excitación se hizo presente nuevamente. Alfa, por favor... ya no puedo soportarlo más.

Lo miré intensamente una vez más, sabía que estaba sufriendo y que debía empezar pronto... Así que retiré lentamente los dedos de su interior, besé sus labios con la mayor delicadeza del mundo, aprovechando para acariciar mi pene rápidamente.

Presione el falo contra su entrada y lo escuché jadear, un poco más, me deslicé más mientras las paredes de su entrada me apretaban.

Quizá en otro lugar, en otro mundo e incluso en otro universo, pude cortejarte y hacerte mío sin tener que aprovecharme de todo esto. Solo para al menos una vez sentirte mío.

Dije con toda sinceridad del mundo, hasta sentir que estaba completamente en el.

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