23. Se había convertido en mi mundo

24 14 3
                                    


Siempre que me sumergía en mis libros no podía evitar robarle miradas de vez en cuando, ver su hermoso perfil mientras estudiaba, y los gesto que su rostro hacía cuando parecía no entender, como mordisqueaba la uña del pulgar, o simplemente golpeaba su lapicera una y otra vez sobre el escritorio, cada que nuestras miradas chocaban cual olas del mar contra las rocas, mi corazón gritaba de emoción, ahí entendí que quería tenerla cerca, que se había convertido en mi mundo.

El chico de ojos grisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora