Neón: Forerunner.

Episodio 1: Dos Almas de Distinta Era.

En medio del bullicio de la ciudad, en una empresa muy bien remunerada, habían dos personas trabajando como oficinistas, el teclado en sus computadoras era la única melodía del lugar, de pronto la tensión se rompió.

—¿Escuchaste lo que dijo Rachel del departamento de finanzas?— Pregunto aquella chica en un tono sin emoción hacia su compañero a su lado —Dijo que el señor Matsuda llamó a Nóroa a su oficina— termino de relatar aquel chisme y siguió tecleando.

Su compañero al oír eso se notaba claramente alterado por eso —Eso no le va a gustar para nada a Miyako...— Dijo lleno de preocupación, pero no había más que hacer y siguió su trabajo.

En otra parte del mismo edificio, se encontraba un chico jóven, de al menos unos 22 años, quien vestía de un traje color gris formal, se le notaba nervioso, pues frente suyo había una puerta, y detrás de ella su superior. Finalmente tomó valor y paso adentro.

—Señor Matsuda, Vine tal y como me lo pidió, ¿Sucedió algo?— pregunto débilmente.
Por la otra parte, el señor Matsuda, un Hombre de unos 47 años, regordete y que a simple vista se nota que es Japonés,este se notaba bastante intranquilo, como si fuera a dar una mala noticia. Le pidió que tomara asiento y empezó a hablar. —Nóroa, cómo sabes, la empresa ha estado en un punto crítico, eres un miembro valioso para el equipo de finanzas y para mi hija Miyako...— sus palabras parecían cada vez más difíciles de pronunciar a medida que explicaba.
—Recursos Humanos tomo la decisión de retirarte de tu cargó, ellos mismos se pondrán en contacto contigo para darte tu finiquito y en caso de requerir cualquier referencia laboral, no dudaremos en apoyarle. Gracias por su apoyo— después de terminar su discurso hizo una reverencia y le dió un apretón de manos. El joven quien resultó ser Nóroa, termino saliendo de ahí.

Cuando salí de la oficina del señor Matsuda, no pude evitar sentir una profunda tristeza, este era mi trabajo soñado, y ahora lo perdí... Supongo que encontrare algo pronto. Mi tristeza fue breve pues pronto mr llegaron visitas. —Nóroa, ¿Que tal te fue adentro amigo? No nos digas que te despidieron— quienes llegaron eran mis amigos desde la secundaria, Bult y Keanna.
—Bueno, eso fue lo que pasó— contesté.
—Eso es horrible hermano, si gustas podemos ayudarte a encontrar algo— Aquel caballero de hombros anchos y tono de voz grave era Bult, mi mejor amigo desde la secundaria, por el fue que conocí a Keanna en la misma escuela.

—Ese no es el principal problema ahora, ¿Cómo tomará la noticia Miyako?— Quien preguntó era una chica bajita, de pelo corto y lentes, ella es Keanna, ella a diferencia de los dos, ella siempre fue el cerebro, la conocí de casualidad en secundaria, estaba comiendo solita y empecé a hablar con ella, eventualmente la presente con Bult y desde entonces somos inseparables. —Cierto, si se entera, no creo que perdone a su padre de eso— Agregó Bult.

—Bueno... Supongo que debo decirle a Miyako antes de que se entere por alguien mas— dije con preocupación.
—¿Decirme que?—  Pregunto ingenuamente una bella mujer de ojos rasgados, cabello negro y un bello traje azul noche, ell es Miyako, la hija del señor Matsuda. Casi me moría del susto cuando me habló así de la nada. Pero pronto se me pasó al darme cuenta que era ella, tanto así que no pude evitar sonrojarme un poco, casa que ella notó y que tampoco pudo evitar.

A Miyako la conozco desde la preparatoria, gracias a Bult, pero hay algo que nunca le he podido confesar, y es que estoy profundamente enamorado de ella, pero jamás he tomado valor, dejando eso de lado, fue ella quien nos dió la referencia de este trabajó, pero ahora venía la parte dura.

—mmphm— Aclare mi garganta para dar la noticia. —pues... Bueno, resulta que... Me han despedido de la empresa.—Dije y su reacción no se hizo esperar.
La cara de Miyako estaba llena de incredulidad, no podía creer lo que dije y explotó, juraría que pude ver unas pequeñas llamas en las pupilas de sus bellos ojos.