Neón: Forerunner.

Episodio 2: Trackers

El ruido del aceite chisporroteando en la cocina era envolvente, así como los olores de la cocina de Nóroa, eran una maravilla y Dharia no lo hizo dudar, tomo asiento en la mesita al lado de la ventana para desayunar.

—Ohh, ya estás despierta, te prepare el desayuno— Serví un plato de Omurice: una base de arroz rojo, con algunas especias propias y verduras que por encima llevaba una tortilla de huevo blanda por dentro y cocida por afuera. Dharia aún con sueño empezó a comer.
—Tu comida es sin duda la mejor que haya probado— Dijo para continuar comiéndo. En eso tenía razón, en esta época pareciera que la gente ha dejado de cocinar, el solo conseguir ingredientes frescos y algunos trastes me tomo días para que me llegaran por correo.
—Me sorprendió saber que los Griftias si podían comer, como creí que...— iba a decir máquinas pero empecé a cambiar rápidamente mis palabras para evitar un problema —... No sé, ¿Que no la necesitan?— Dharia pareció no darle importancia a mi comentario, pero desde los sucesos del Griftia corrupto que fue hace 3 días, he empezado a vivir y aprender de ella y los mismos Griftias.

Tristemente, resulta que en esta era, la discriminación, es prácticamente cosa de todos los días para los Griftias, mucha gente cree que por ser no ser organicos, no son igual de humanos que nosotros, se que lloran, comen, rien, sienten dolor y también se sienten igual que nosotros, ¿Que los hace distintos entonces? Supongo que eso tomará un tiempo en tener solución.

Ahora mismo residimos en el mismo hotel en el que desperté. Aparentemente Cryogenics Systems, dejo fondos para solventar por un tiempo nuestros gastos, eso y que tiene en su propiedad distintas propiedades que sirven como cortinas para lo que realmente pasa con los que fuimos criogenizados; Apodados "Forerunners". Por lo que se, el suero que no mantenía vivos, tiene una pequeña falla que hace que parte de nuestro pelo se vuelva blanco, así como o la de aquel tipo que perdio su cabeza, Por otra parte, se supone que fuimos 350 000, pero también ya hubo gente que despertó, mencioné la ligera posibilidad que Miyako o los demás estén allá afuera entre todos ellos, pero... La posibilidad es mínima,  sin embargo, haré lo que sea para volver con ellos.

Gracias a la ayuda de Dharia he podido localizar un pequeño número de lugares cerca de aquí que podrían haber Forerunners, uno de ellos ya habia sido liberado, el tipo ya vivía una una vida con su acompañante Griftia, incluso tenía un trabajo, otro de los Forerunners parece que no dejo rastro, ni si quiera su Griftia, pero sus registros no coincidían ni con Miyako, Bult o Keanna. Hoy esperaba que fuera diferente, en las afueras de la ciudad había un centro comercial abandonado que arrojaba indicios de vida, si tenía suerte podían ser mis amigos.

Llegamos al lugar y es tal y como lo imaginaba. Normalmente los centros comerciales de hoy en día son más abiertos y vivos, con publicidad de todo en cualquier parte, contrario a dónde estoy ahora, es un centro comercial como a los que iba hace un tiempo, un gran estacionamiento como es debido, había como una parte inundada cerca de la parte de atrás, Pero lo pase por alto, todo el lugar estaba en ruinas, había vegetación por algunas partes, basura, grafitis, lo normal supongo.

—Señor Nóroa, yo revisaré por esta parte— Dijo Dharia quien subió a un segundo piso.
—Claro, pero te he dicho que no seas tan formal— al final, lo deje de lado, ella no me escucho supongo, mire los locales y parecía como un fragmento de mi era, las hamburgueserías ya habían cambiado sus logos, o si acaso ya no existían, pero aquí no, todo estába ahí, pero a la vez dejo de estarlo. Revise por varios locales, no lo se, tal vez con la esperanza de encontrar una entrada secreta.

Llegué a escuchar algunos ruidos raros, como si hubiera alguien más, tal vez eran ratas, pero no podía sentirme tranquilo, era como si alguien me viera.

Ya me había cansado del primer piso, lo había revisado al derecho y al revés, pero nada, Dharia también se había cansado del segundo piso como yo.
—Deberia estar por alguna parte... ¿Tal vez haya una planta baja?— empecé a recordar, había un estacionamiento, pero no ví que haya uno subterráneo más que...
—¡Lo tengo!—