Harry.
Para estar en tercer año, en una aburrida clase con el estricto y muy aburrido, profesor Snape, los estudiantes iban de maravilla con sus pociones. No habían tenido explosiones por parte del despistado Neville, ni regaños o gritos por parte del profesor. Más, sin embargo, Harry Potter sintió que algo le había golpeado la espalda, no le prestó mucha atención, creyendo que se trataba de alguna broma de los Slytherins que estaban en aquella clase buscando la ira de su profesor de pociones contra el Griffindor, así que, solo lo ignoró. Pero al sentir ese golpecito nuevamente en su espalda no pudo evitar mirar de reojo al suelo y darse cuenta que era un pergamino arrugado hecho bolita. Miró a todos lados y los vio a todos concentrados en sus calderos, su cerebro le ordenaba que lo ignorará, pero como siempre, su Griffindor interior terminó ganándole y tomando el pergamino del suelo. El azabache miró de reojo, de izquierda a derecha, que no lo estuvieran observando, y para bien o para mal, lo abrió.
No hubo explosión alguna, ni gritos, ni desastre. Solo había una palabra escrita en el pergamino, con una caligrafía tan perfecta que Harry por un momento tuvo la tonta idea de que era de Dumbledore. Hasta que se dio cuenta que era un idiota al imaginar que el director de la escuela se habría colado en su clase de pociones a tirarle pergaminos.
Volvió a fijarse en la hoja y en inusual caligrafía tan delgada y perfecta, se percató de que las letras brillaban en un verde esmeralda, con una única palabra que decía <<Potter>>En seguida y sin darse cuenta, su vista se fue directo hacia la mesa donde se encontraban casi todos los Slytherins. Se dio cuenta que una cabeza rubia e inconfundible que se encontraba separada de sus compañeros de casa, había estado observándolo y había vuelto su vista bruscamente al caldero. Tanto que el Griffindor supo de inmediato que todo eso había sido obra de Draco Malfoy
<<¿Qué quieres Malfoy?>> escribió el pelinegro en respuesta y el pergamino desapareció de sus manos apenas terminó su respuesta. Se sobresaltó, pero luego recordó que eran magos, y que era más que estúpido pensar que se mandarían cartas al estilo muggle. Cuando iba a volver a su poción, notó que el pergamino estaba a su lado y lo abrió. No tenía ni una arruga y esta vez estaba elegantemente enrollado en forma de tubo.
<<¿Por qué demonios tu poción es azul y la mía morada?>>
Harry frunció el ceño y volvió a mirar a Malfoy, este lo miraba excepcional, pero el Griffindor pudo notar una extraña pizca de suplica en sus grises ojos, aparto la vista ante tal idea y volvió a ver su poción, que en efecto, era azul. ¿Cómo que-
<<Por qué me preguntas a mi?>>
escribió en su lugar. Las palabras aprecieron en un rojo Griffindor y luego el pergamino volvió a desaparecer.<<No te importa, solo dime por que es morada>>
<<Por supuesto que me importa>>
<<No te diré>>
<<Tampoco te diré por qué tu poción es morada>>
<<Nooooooo Potter. Ayuda a esta pobre alma>>
Harry frunció tanto el seño que le dolió la frente ¿Draco Malfoy rogando favores a él? Valla, eso sí que no era de verse todos los días. Y con más razón le envió respuesta.
<<¿O si no qué?>>
<<O si no.. Snape me matará y te atormentaré como fantasma el resto de tu insignificante vida>>
A Harry se le escapó una sonrisa al imaginar a su profesor de pociones, con su ondeante y tonta tunica negra, abalanzarse como un cuervo sobre uno de sus Slytherins a atacarlo, y su sonrisa se amplio más al pensar que ese Slythein era el heredero Malfoy. Se trago un comentario sarcástico y en su lugar escribió:
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Patronus [Drarry]
FanfictionUn inicio en tercer año. Dementores por doquier, un asesino suelto tratando de entrar a Hogwarts. Y un director que lo toma todo como si fuera solo un simulacro y no corrieran peligro la vida de sus estudiantes. Para Harry Potter este será un año...