Capítulo 4: Venganza

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Draco

-¿Draco, estas bien? -Fue lo primero que  escuchó al abrir los ojos en la enfermería. Merlin, ¿se había desmayado? , los recuerdos del grifo y el tonto que daba la clase llegaron y lo golpearon todos al tiempo, ahí entendió que si quería vengarse, tendría que poner manos a la obra.

-No -fueron sus primeras palabras- Me duele el brazo como no te imaginas...-Mintió-...Pansy -Añadio. Supuso que sería ella aunque todavía no había abierto los ojos, Millie, Astoria o su hermana, no irían a visitarlo tan pronto.

-¿Quieres que llame a Madame Pomfrey? -Su voz sonaba más aguda de lo normal ¿habia estado llorando? Que mal por Pansy, pero eso solo sería una ventaja para Draco.

Asintió con la cabeza en silencio sin abrir los ojos, solo los abrió cuando escucho los pasos de la peli negra corriendo a lo lejos, miro su brazo, que, como suponía, estaba vendado,  no le dolía, pero tenía el poder de fingir en las venas.

Se quedo mirando al techo, pero en cuanto escucho que volvían de regreso los mismos pasos, solo que esta vez estaban acompañados de unos más.. Pesados, volvió a cerrar los ojos.

-Señora Pomfrey, ¡Mirelo! -Pansy se escucho desesperada, ¿se preocupaba tanto por el pobre Draco? Bueno, si se quería ofrecer a hacer los deberes del pobre "herido", no se opondría.

Draco no escucho respuesta de la mujer, pero en cuanto sintió que unas manos se apoyaban en su brazo vendado, grito como si su vida dependiera de ello. Abrió los ojos de golpe, y no tubo que alejarse de la mujer, por que ambas habían retrocedido almenos unos dos metros en cuanto este gritó. Las miró. Pansy tenía la cara roja y una expresión de terror en su rostro, en cambio Pomfrey, tenía los ojos abiertos como platos. -¿QUE LE PASA? - Le gritó al único adulto de la habitación, la cual se limitó a recuperar la compostura e ir a una estanteria llena de frascos con algunos remedios que ya conocía. (Pelo de unicornio, piel de Horklump, y sobras del zumo de mandrágora del año pasado)

Pansy se acercó cautelosamente a Draco y tomó la mano de su brazo "sano", mientras lo miraba preocupada, Draco se dio media vuelta y la miro a los ojos, que efectivamente, estaban rojos de tanto llorar.

-Solo hacia mi trabajo señor Malfoy -Dijo la adulta, eligió un frasco con algo rosa chillón en su interior y se acercó a los Slytherins.

-¿Y su trabajo es herirme más de lo que ya estoy? -Respondió con un veneno incontrolable en su voz. dejando a Pansy en segundo plano -¿Deberia pedirle a mi padre que le ayude a cambiar de trabajo? -Terminó arrastrando las palabras, una aceptable imitación de su padrino Severus, casi pudo verlo sonreír en su cabeza.

Oh ¿Pomfrey? Había parado en seco en cuanto escucho la palabra <Padre> temblaba para cuando Draco había terminado su Amenaza, que bonito sonaba.

-No.. No.. Par.. Para nada -Tartamudeo la pobre vieja. Que lindo se sentía tener a las personas suplicar con una sola palabra.

-Entonces hágalo bien -se limitó a responder, con la voz ronca por el grito, pero eso no pareció intimidar menos a la pobre Pomfrey, la cual dudo unos segundos antes de acercarse a Draco, temblaba tanto que creyó que derramaria el frasco encima de él si mi estuviera tapado.

Pansy solo le daba apretones de mano y  asentía con la cabeza

-¿Donde le duele joven Malfoy? -pregunto la pobre mujer, como si Draco no fuera a mentir a más no poder.

-En todo el brazo -Mintió- Hoy tengo entrenamiento de Quidditch, ¿Cómo jugaré? ¿Cómo haré los deberes? ¿Cómo..

-Joven Malfoy, tranquilo, lo sanaré en un abrir y cerrar de ojos y podrá irse como si no hubiera pasado nada -¿Sanarlo? Pobre ilusa.

Murmuró un sin fin de hechizos, a los cuales, Draco solo hacia muecas de disgusto o de dolor. Draco no pensaba salir hoy de la enfermería.

Tampoco lo hizo al día siguiente, ni al tercer día, en el que recibió una visita un poco... Extraña.

Patronus [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora