Adrenalina [Overcut #1]

Adrenalina

¿Qué es la adrenalina?

No voy a venir con definiciones sacadas de un diccionario, para mi, es algo subjetivo, eso que sientes que al final, te lleva a querer más.

El deseo, por victorias, velocidad, fama, entre otros, que corre por tus venas.

Eso para mí, es la adrenalina. Lo que me transmite este deporte, cada vez que subo al coche. Cada vez que llegaba a las velocidades vertiginosas en las que competía. El ganar carrera tras carrera. Ver como todos acaban por reconocer mi valía.

Pero también me la da el saltarme las normas. Lo prohibido. La sensación de poder ser pillados. Ese morbo de las relaciones peligrosas.

Ese tenerlo todo, sin que nadie lo sepa.

Eso también es la adrenalina.

Lo que siento cada vez que la veo. Cada vez que tenemos nuestros pequeños rendez-vous, de los que nadie sabe. Ver como todos notan la química, como especulan, sin saber la realidad.

Ese incendio, en el que estamos atrapados, pero del que no queremos salir.

El tener la sensación de que, de un momento a otro, todo puede desaparecer.

Asher Durant.

Le conocían como "Il campione", había conseguido romper la maldición de la Scuderia Ascari, de estar 13 años sin traer un título a casa, a ser un bicampeón.

Es ambicioso, dentro y fuera de la pista, todo lo que quería, lo conseguía, casi al instante. De ahí que muchos medios le considerasen un tanto mujeriego, y bastante alocado.

Nunca había sentido amor como tal, solo mera atracción de una noche, y si te vi, no me acuerdo.

Por otro lado estaba ella.

Isabella di Angelo.

Una completa desconocida en el Gran Circo, aunque su apellido si ha sido oído alguna vez, en bocas del resto de equipos.

Tímida, algo prepotente, con un carácter un tanto particular y muy maniática en lo suyo, pero con miedos latentes.

Ella sí sabía lo que es el amor, o eso parecía creer. Sus pasadas relaciones y errores la marcaron lo suficiente como para perder todo tipo de sentimiento.

Dos polos que no podían estar más alejados, y fuera de lo permitido.

Las relaciones entre trabajadores estaban fuera de lo permitido, desde hacía un cuarto de siglo, tras varios rumores que provocaron graves incidentes entre pilotos.

Lo único claro, que eran una bomba con la mecha prendida, una cuenta atrás imparable, con un único final.

Explotar.