Capítulo 4

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Connor

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Connor

Me siento como si estuviera a punto de estallar en este momento. Cada una de mis terminaciónes nerviosas se habían despertado con una intensidad alta e inquietante y sola en una tarde por una chica insignificante.

Mi madre no confiaba en cualquier persona después que secuestraron a mi hermano por un  chico que se había pasado por su amigo por un mes, de suerte habíamos encontrado a los secuestradores pero ellos exigían dinero y a cambio nos iban a entregar a mi hermano y estoy hablando cuando él tenía unos nueve años.

Suerte que mi padre tenía todo el dinero gracias a su duro trabajo  y recuperaron a mi hermano el mismo día pero por la noche y no solo eso sino que teníamos escondidos a los policías para atrapar a los secuestradores y resulta que el niño era hijo de unas de las personas más peligrosas del lugar, después de ese incidente, Oliver no es permitido hacerse amigo de cualquiera o quedarse hasta tarde en un lugar retirado de la casa, en cambio yo, puedo hacer lo que se me da la gana porque se como lidiar con ese tipo de gente, pero después de tantos años, ¿quién era esa niña como para que volviera a confiar mi madre en alguien?

En primer lugar nunca debí traerla al hotel, otra persona amable la hubiera podido ayudar a recuperarse o ella misma se había podía levantar sola en un par de minutos porque con tanto ruido en las calles no iba a poder seguir estando inconsciente.

Y en segundo lugar debo descubrir si es una persona conocida o un familiar lejano qué mi madre la reconoció y la va a estar ayudando y yo no tenga ni el más mínimo recuerdo de alguien como ella.

Ahora debo de tener tengo mucho cuidado con Emily en estos momentos. Nuestro encuentro no fue bastante bien y me preocupa no saber como seguir manteniendo mi vida oculta ahora que ya no somos cuatro personas viviendo en la misma casa, ahora va hacer más complicado de lo que ya es, pero no puedo permitir que mis dos mundos se mezclen solo por una integrante más en la casa.

Como siempre en estas fechas se hacen las apuestas deportivas ilegales en una parte no muy visitada en la playa y yo debo de estar ahi día después de la gala.

Cada instante es una locura: música rock a todo volumen, drogas, apuestas entre amigos y carreras de deportes acuáticos hasta que se fuera el sol o que llegue la policía, aunque casi no se entrometan porque le hicimos creer que lo hacíamos lejos para que nadie salga lastimado y como nos vamos bien al fondo y lejos de la playa nadie nos logra ver.

Las chicas se volvían locas, la bebida al alcance de todos y la adrenalina apoderada de uno mismo para tener el mejor día de tu vida, siempre y cuando no seas el contrincante.

El equipo de Leonard siempre competía contra nosotros, el que ganaba iba a obtener una membresía digital pagado por el perdedor, aparte del dineral qué se le tenía que dar por las apuestas. Eran peligrosos, yo lo sabia desde que empecé a competir contra ellos y por ese motivo todos confiaban en mi cuando estaba cerca de mi equipo.

Amor Amenazante #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora