-KURONEKO NO TANGO-
L a , L a l a , L a , L a l a.
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—- Tú eres mi lindo "Kuro neko" - Mencionó el chico de cabellos marrones, acariciando la cabeza de un híbrido oso. Ambos estaban en un sillón del living en casa del castaño.
- ¡Te queda tan lindo tu lazo rojo! - Dijo sabiendo que aquel lazo fue un regalo que le dió a Spreen, si, ese lindo híbrido oso ya le pertenecía de forma indirecta. Entonces... ¿Por qué no hacerlo obvio?
- Pero a veces muestras tus garras - Soltó como si fuera veneno y comenzó a acariciar de una forma brusca al azabache, para después forzarlo a mirarlo a los ojos de cerca y soltar con un tono entre decaído y lamentable - Y eso lástima mi corazón...
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—K u r o n e k o n o t a n g o , T a n g o , T a n g o .
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—- Un "gato negro" es mi amante... - Esta vez su tono fue tranquilo, quizá algo pensativo. Soltó a Spreen de forma delicada después de eso. Y antes de que tan siquiera Spreen pudiera reaccionar para golpearlo por tales actos repentinos, fue hacia la puerta.
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—K u r o n e k o n o t a n g o , T a n g o , T a n g o.
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—- Eres tan cambiante como los ojos de un gato... -Entonces abrió la puerta para irse, dando un portazo al final. Dejando así a un Spreen absorto en dudas.