Para mí, La Zona suele estar desolada. El aire está muerto casi todo el tiempo y las noches son aterradoras, casi insondables. Los mutantes se han adaptado a los humanos y es común sufrir sus redadas después de la puesta del sol.
He trabajado duro vendiendo algunos artefactos, todavía no me quedo con ninguno, pero finalmente pude conseguir un traje de radiación después de tantos meses sin siquiera una máscara. Espero que haya sido lo suficientemente a tiempo como para no contraer cáncer.
También obtuve un As Val, arrancado de uno de esos pseudo-militares de Deber, quien se metió con el bandido equivocado. Realmente es un arma maravillosa sabes. Ayer estaba imaginando sobre lo fácil que será atacar a los nuevos Stalkers con él.
Todo eso está muy bien, pero en la noche lo que brilla es mi escopeta. Anunciada por Tushkanos, ratas y un par de Snorks, ¡Sufrimos una sangrienta incursión de muchos chupasangres en la fábrica! Perdimos como 3 miembros de la pandilla porque un idiota se desmayó con vodka en su torre y no nos alarmó.
Fue una pelea nebulosa, eran como 10 de esas bestias jugando con nuestros ojos y tratando de desgarrarnos. Esa noche éramos sólo 8 despiertos cuando comenzó; 2 no lo lograron, siendo asaltados por sorpresa. El último en caer caído fue parte de los refuerzos.
Finalmente nos deshicimos de esos monstruos después de la medianoche. Sellamos la fábrica y revisamos cada milímetro en caso de algún polizón. Algunos de nosotros finalmente nos dormimos cerca de las 2 a.m., después de enterrar a nuestros compañeros. Me desperté de nuevo unas 5 horas después. "Suficiente", pensé.
Al despertar dije: "¡Qué mañana!" Había sólo unas cuantas nubes y un sol realmente agradable besando la piel. Después del desayuno empecé a preparar mi Val y mi Benelli, alistándome para asaltar algunos desafortunados.
Cuando estaba a punto de terminar, lo escuché: ¡Una llamada de socorro de los ecologistas! ¡Y estaba cerca, cerca del edificio militar abandonado al sur de la base! "Esta podría ser una oportunidad de oro para probar mi nuevo rifle y traje, con suerte también obtendré un jugoso artefacto", dije, y luego comencé a correr hacia el lugar.
Quería ser el primero en reclamar el botín por supuesto, pero estaba tan entusiasmado con mi nuevo equipo, el tiempo y esa hermosa recompensa que podría llegar a ser, que olvidé revisar cada peligro antes de involucrarme en la pelea. ¡Qué error tan estúpido y de novato!
Llegué primero: todo lo que vi fueron 2 chupasangres atacando a 2 nerds. Estaba escondido detrás de una gran roca, pero colina abajo, así que preparé mi primer disparo y "saludé". Llamé la atención de los ecologistas rápidamente, pero eran más: cerca de 4 de ellos. "Está bien", murmuré, "puedo manejarlo", pensé, pero después de intercambiar algunos disparos me di cuenta de que estaban más preocupados por los mutantes.
Tomé mi escopeta y comencé a ir colina arriba, tratando de aprovechar el caos, tal vez sintiéndome invencible por mi nuevo traje, tal vez solo por arrogancia, pero cuando tuve otro de esos guardias en la mira vi el infierno: ¡Otra guarida entera de chupasangres estaba atacando, como 12 de ellos!
"¿Cómo podría ser esto? ¡Acabamos de erradicar a muchos de ellos anoche! ¡Esto es sin sentido!" Grité internamente. Sin embargo, La Zona no tiene misericordia y volví a mis sentidos tan rápido como pude, comenzando a correr fuera de allí, pero no iba a ser fácil. Ya había matado a 2 ecologistas en mi camino cuesta arriba cuando los chupasangres se me revelaron. Dejé que el otro muriera como carnada, esperando comprar algunos segundos a lo que pensé que era mi destino.
Corriendo por la colina comenzaron a rasgarme el traje y a tratar de "abrazarme" con sus malditos tentáculos. Cada vez que lo intentaban yo luchaba con todas mis fuerzas, pero estaba empezando a cansarme después de su 3er intento tratando de conseguir mi cuello. Comencé a disparar casi al azar, lastimándolos e incluso matando a un par, pero eran demasiados. El pánico me arrebató y en mi desesperación corrí hacia las anomalías gravitacionales que estaban "cerca de mí". Cada paso se sentía como el último, tratando de mantenerme lo suficientemente concentrado como para evitarlos y gritando: "¡Me los voy a llevar conmigo, bastardos!"
Me las arreglé para meter a otro par de ellos en las anomalías, pero seguía sangrando y mi mente ya no estaba enfocada. Sólo estaba tratando reaccionar ejerciendo una fuerza opuesta a todo lo que intentaba arrastrarme en el momento en que lo sentía. Casi perdí un brazo allí, pero noté que los bastardos comenzaban a retirarse mientras la gravedad desmembraba a otro de ellos.
Sentí un poco de esperanza y con todas las náuseas, dolores de cabeza y mareos que tenía, traté de alejarme del campo infernal en el que estaba. Mi esperanza no duró mucho, ya que comenzaron a perseguirme de nuevo, pero al salir de su intermitente invisibilidad vi dónde estaban por un momento y decidí disparar todo lo que tenía con mi escopeta y mi CZ después de eso ... matando a otro par, pero ahora, me habían alcanzado.
"Es mi fin. ¡El sol va sembrar mi tumba!", pensé. "Es justo, fui estúpido, me merecía esta basura", pensé de nuevo. Estaba casi en paz con el vacío mientras ellos me mordían, pero entonces, ¡lo recordé!
Tenía una cosa extraña en mi bolsillo, una especie de suero que robé de un fanático del Monolito antes, en otra noche de adrenalina. "El Suero de Lázaro" (o algo así), una malvada "medicina" de algún agujero oscuro de La Zona que prometía "revivirte" tras ser inyectado a costa de extrañas consecuencias. ¡Lo usé!
Al instante, cada una de mis células estaba "lista para luchar" contra esos malditos monstruos y me sentí verdaderamente revivido. Pero no iba a desperdiciar esta segunda oportunidad tan fácilmente. Comencé a correr hacia las rocas donde todo comenzó, pero luego mi mareo regresó con tanta fuerza que cada paso que daba me acercaba muchísimo al desmayo. Mi mente comenzó a separarse y esas células de mi cuerpo comenzaron a chillar de dolor. Cada centímetro de mí padecía intensamente, pero de alguna manera mi voluntad no me abandonó.
Me dirigí a las rocas y escalé, saliendo del alcance de los chupasangres. Aún había como otros 4 alrededor. Traté de usar mi escopeta varias veces, pero por más que lo intentaba apenas podía apuntar. Luego, el hambre. El dolor comenzó a convertirse en un hambre inevitable, ¡así que tomé toda la comida que tenía y la comí desesperadamente!
Yo estaba allí, sobre una roca bajo el sol, rodeado de monstruos, pero empezando a estabilizarme. Respiré hondo. Empecé a sentir mi fuerza de nuevo... "Bien, ¡Terminaré el trabajo entonces!" ¡Grité!
Lentamente, localicé y derribé otro par y me empecé a sentir seguro, pero luego escuché más disparos llamando la atención de las criaturas restantes. La Zona en verdad no tiene misericordia, y como si fuera una pesadilla, aparecieron 5 mercenarios en la colina. Parece que no fui el único que buscaba algún artefacto.
Apenas escapando de sus disparos, bajé de la roca y tomé mi Val de nuevo, justo como al principio, pero esta vez con todos mis sentidos estaban enfocados. Mi Val tenía una vista térmica, así que no jugué más y comencé a derribar uno por uno a los mercenarios mientras los chupasangres mantenían el caos y yo mi distancia.
Fue una batalla dura, no voy a mentir. Casi me atrapan por el flanco, pero prevalecí.
Con mi escopeta en mano, volví a subir a la cima, pero esta vez en un silencio sepulcral. Revisé mi entorno dos veces, y solo entonces, comencé a checar los cadáveres.
Los chupasangres se descomponían, nada que obtener de ellos. De los mercernarios, un par de armas de la OTAN, pero nada especial, y desde los ecologistas... tampoco nada.
Había desperdiciado casi toda mi munición, casi morí dos veces, jodí mi armadura y regresé sin artefactos, solo algo de comida para otro día... Bueno, al menos el nuevo equipo había demostrado ser de provecho.
Esa cosa de Lázaro realmente me salvó, pero fue un infierno vívido. Había sido el único suero que había visto de esos en La Zona y me arrepentí de usarlo de una manera tan tonta, tratando de aprovechar una maldita llamada de socorro...
Regresé a la fábrica y tomé mi lugar para dormir. Había pasado tanto en tan poco tiempo que estaba exhausto. Así es la vida en La Zona, pensé, pero bueno, tal vez el sol estaba a mi lado después de todo.
Recuento de juego, 08/08/2023
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Relatos de La Zona
Adventure"La Zona" es un lugar tan místico como mortal que encarna varias de las pesadillas humanas doblando los límites de la física y la moral. Es el lugar donde la mayor parte de las historias del universo de "S.T.A.L.K.E.R" se han llevado a cabo. Nacida...