SIEMPRE FUISTE TÚ-PABLO GAVI

CAPITULO II

Isabella González

A pesar de ser un departamento era grande y tenía dos pisos. 

En la planta baja estaba la cocina, el comedor y la sala de estar, la cual era bastante grande y tenia un sillon en forma de L que se veía muy cómodo y que yo sabia que eran los que más iba a usar.

Ademas tenia un gran televisor el cual estaba conectado a la PlayStation. Eso me dio a entender que no solo me gustaba el lugar a mi, si no que también a mis hermanos.

La habitación que me llamó mucho la atención fue la de pelota. Estaban locos, literalmente era un cuarto lleno de Pelotas de Fútbol.

-Esto era necesario? osea, su casa no opino pero- no alcancé a terminar la frase y Fer me respondió

- Más que necesario, y mira si entras también verás el gym, si lo quieres usar puedes cuando quieras, lo sabes- yo asentí

Seguimos con el recorrido.

En la planta baja también se encontraba un patio, bastante amplio para lo que podia llegar a ser, en el que había pasto sintético, dos arcos de plástico de tamaño mediano y una pileta que brillaba con el sol de la cinco de la tarde. Dentro de la pileta habían dos reposeras para echarse a tomar el sol.

Fui a tocar el agua- Esta hermosa, se meten muy seguido?- le pregunté a Fer que me veía desde dentro.

- Bastante, mucho en las noches, o cuando vienen amigos, ya sea la hora que sea- me respondió, poniéndose una mano en la frente para que no le de el reflejo del sol.

-Me parece genial, e igual si ustedes no la usaban mucho yo lo iba hacer, esta lindísima- me paré y me metí dentro de la casa.

Subimos a la planta alta, donde se encontraban tres habitaciones, la Fer, la de invitados, que ahora seria mía y la de pedri a lo último. Cada habitación tenia su baño y su clóset. 

Mi cuarto era muy grande, tenia un vestidor del tamaño de un baño, y hablando de baños el mío era mas grande que los dos juntos que teníamos en la casa de mis papas. Tenia de todo lo que pudieras desear. Cuando salí del baño observé mi tocador era hermoso y era lo que siempre había soñado. Mi cama era de tres plazas, y solo para mi. 

Se olía a pintura fresca, asique me dediqué en ver las paredes. Las de atrás de mi cama estaba pintada de un lila (mi color favorito) muy clarito y las demás de blanco. 

Se me pusieron los ojos llorosos al pensar que mis hermanos habían hecho esto para mi. Así que decidí ir a la pieza de Fer a decirle las gracias. 
El se habia ido de la mia así la miraba tranquila.

Caminé, 10 pasos a su habitación y cuando entré lo vi parado frente al televisor cambiando de canales. 

Corrí a abrazarlo por la espalda- gracias Fer, por todo lo que estas haciendo por mi. A ti y a Pedri aunque ahora no este aquí-

- De nada hermanita, sabes que siempre podes contar con nosotros siempre. Con toda la familia-se dio vuelta y me devolvió el abrazo. Solté un pequeño sollozo- No llores, por favor que me vas hacer llorar a mi- 

Solté una risita y lo miré- Te quiero mucho Fer-

-Yo también Isu, ahora como seguro estés cansada ve acostarte donde quieras, y si necesitas algo sabes donde encontrarme- agregó

- Bueno, solo una cosa más- me limpié los ojos con el brazo- Cuando llega Pedri? 

Saca su celular del bolsillo y lo prende- Debería llegar en cinco si es que no está atrasado- 

- Okey, bueno me voy abajo a testear los sillones- salí de su habitación.

Corrí hacia las escaleras y después hasta el sillón y me tire a el como si fuera una pileta. Me acosté y sentía mi respiración agitada. No podía ser que me hubiera cansado de correr ese mini tramito. 

Me acomodé bien y termine sentándome de frente a la puerta. Así cuando llegara mi hermano lo pudiera ver y escuchar lo más rápido posible. 

Prendí mi celular y me puse a ver Instagram, durante todo el día lo había usado solo 36 minutos. Mi récord. La primera historia que me apareció fue de Pedri, la había subido la cuenta del Barcelona y era una foto en la que el salía con un chico más. 

No vivo bajo una piedra asique sabia que ese chico era Pablo, o Gavi como todos lo solían llamar. Era bastante lindo y me llevaba nada más que dos años. Nada.

Nunca había pensado que dentro de poco, talvez, lo vería en mi casa.

De repente escuché ruidos de llaves abriendo la puerta principal. Sabia que era Pedri y esta muy emocionada por verlo. No tengo favoritismo de hermanos, pero Pedri es Pedri, no se niega. Aunque los quiero a los dos mas o menos por igual.

Termino de abrir la puerta completamente y lo primero que hizo fue verme. Sonrió de oreja a oreja y abrió los brazos en señal que lo vaya a abrazar, y eso fue lo que hice.

-PEDRIIII, te extrañe muchísimo- me abrazó, dejo un beso en mi cabeza y nos separamos.

- Yo también Isabella, y no sabes cuanto, me hiciste mucha falta-

-Y tu a mi- lo volví a abrazar.

Desde las escaleras Fer se asomó- bueno que no se note mucho el favoritismo de hermanos no- Bajó las escaleras para saludar a Pedri.

- No, que yo quiero a los dos por igual- digamos- Bueno ahora que están los dos les voy a dar los regalos que les traje de casa.

Subí a mi habitación, abrí mi mochila y saqué dos paquetes. Baje rápido las escaleras y se los entregué.  

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-guada💋