~ La resurrección de Tahuantinsuyo ~ [Recién comenzada] / [Urss X Tahuantinsuyo]

[Capitulo 4] = ¿Amistad?

-El taxi arrancó, llevándolos a la casa de Urss. A medida que el vehículo se alejaba, la distancia física entre ellos no hacía más que enfatizar la brecha emocional que había crecido. Ahora, en el camino hacia una conversación inevitable, cada uno de ellos se preparaba para confrontar sus propias verdades y esperaban encontrar una manera de hablar adecuadamente.-

-Despues de unas horas llegaron a la casa de urss.-

-La casa de Urss se alzaba imponente frente a ellos, una mezcla de arquitectura moderna y toques tradicionales. El taxi se detuvo con un ligero chirrido de frenos, y el silencio se hizo más denso mientras Urss y Tahuantinsuyo salían del vehículo. La atmósfera seguía cargada de tensión, como una tormenta que amenazaba con desatarse en cualquier momento.-

Una vez dentro de la casa, Urss condujo a Tahuantinsuyo hacia una amplia sala de estar, donde un sofá y varias sillas rodeaban una mesa de centro de madera oscura. Se sentaron en un incómodo silencio, miradas evitándose entre sí mientras ambos luchaban por encontrar las palabras adecuadas.

Tahuantinsuyo rompió finalmente el silencio, su voz temblorosa pero decidida. "Perdón por lo de antes , me ofendí un poco...". Miró a Urss, buscando respuestas en su expresión. Urss asintió, su mirada más suave que antes. "Tienes razón Tahuantinsuyo. Pero yo también tengo la culpa , ya que no utilicé las palabras adecuadas ".

Durante las siguientes horas, los dos countrys se abrieron sobre sus preocupaciones, sus miedos y sus frustraciones. Hablaron de cómo las diferencias de enfoque y la falta de comunicación habían llevado a esta situación. A medida que las palabras fluyeron, la barrera entre ellos comenzó a desmoronarse, dejando espacio para la comprensión y la reconciliación.

-Mientras la noche caía , la incaica cayó dormida en los brazos del ruso , el cual solo la cargaría para llevarla a un recamara extra de su casa.-

-mientras iba subiendo las escaleras, Urss escucho una voz.-

"Papá, ¿Quien es ella?" -preguntaba Rusia uno de los hijos mayores de Urss.- "Es la mamá de Perú..." - Exclamo el ruso mayor , mientras miraba a Tahuantinsuyo en sus brazos , la cuál estaba dormida.-

-La mirada de Rusia se entrelazó con la de su padre, una mezcla de asombro y sorpresa en sus ojos. El ruso mayor podía sentir el peso de las palabras que había pronunciado, la importancia de esa revelación. Se detuvo en el umbral de la habitación, sus brazos sosteniendo cuidadosamente a Tahuantinsuyo, como si temiera que algún movimiento brusco pudiera perturbar su sueño.-

-Rusia se acercó lentamente, sus pasos llenos de cautela mientras observaba a la mujer dormida en los brazos de su padre. La curiosidad y el cuestionamiento seguían bailando en sus ojos, pero parecía que respetaba la solemnidad del momento. "La mamá de Perú...", repitió, como si estuviera probando el sabor de esas palabras en su boca.-

-El ruso mayor le dedicó una sonrisa triste pero afectuosa a su hijo, una sonrisa que transmitía más de lo que las palabras podían expresar. Había un mundo de historias no contadas y emociones enredadas en esa frase aparentemente simple. Mientras tanto, Tahuantinsuyo seguía ajena a todo, perdida en su descanso reparador.-

"¿Por qué está aquí?", preguntó Rusia finalmente, su voz apenas un susurro. El ruso mayor suspiró, sus ojos reflejando la complejidad de sus pensamientos. "Es una historia algo rara ,hijo", respondió con sinceridad, sus palabras resonando en el aire.-

Rusia asintió lentamente, como si hubiera entendido que las respuestas no vendrían fácilmente. Extendió una mano temblorosa y acarició con suavidad el cabello colorido de Tahuantinsuyo. "Ella parece tranquila", murmuró, su voz llena de una mezcla de emoción y curiosidad. El ruso mayor estaba  aguantando la risa, sus ojos nunca dejando a la mujer que sostenía en sus brazos. "Tu mismo lo dijiste parece, ella es...algo inquieta y terca..."

"Me gusta su actitud..." -exclamo el mayor.-

"¿Dijiste algo? Estaba distraído." -Dijo Rusia mirando a su padre.-

"No , no , nada..." -Exclamo el ruso mayor, este le dijo a Rusia que se fuera a descansar, Rusia le hizo caso y se fue , luego , urss fue a dejar a tahuantinsuyo en su nueva recamara.-

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No sé escribir buenas historias , a veces me quedo sin ideas  pipípi , bueno , eso no importa , espero les este gustando está historia