III. Todo por los aires

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"Sabes bien que no tengo piedad cuando se trata de volarlo todo por los aires"
(Yoly Saa - Todo por los aires)

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Hace tres años...

Ainhoa's pov

Hacia un mes que me habia mudado a Beldad (Canadá). Me ofrecieron un trabajo como la animadora infantil en un hotel de la ciudad, y mi sueño siempre habia sido vivir fuera de España. Senti que esta oportunidad era la señal para poder lograrlo por fin, asi que no dude en aceptarlo.

Sin embargo con esta decision me alejaba de mi hermana Marta, con la que llevaba sin separarme desde que tengo uso de razón y a la que acudia siempre que mi vida se tambaleaba.

Me alejaba de Miranda, mi mejor amiga desde el colegio y con la que compartia risas y lloros a partes iguales.

Pero también me alejaba de Sara, llevaba dos años saliendo con ella; habían sido tan intensos y habíamos vivido tantos momentos juntas que pensé que irme a Canadá no cambiaria nada entre nosotras.

Es cierto que me fui sin fecha de vuelta pero porque con lo que iba a cobrar al trabajar en uno de los hoteles mas importantes del mundo tenia la certeza de que compraria un piso y una vez instalada le compraria un billete con la intencion de que pudiera venir a vivir conmigo aqui.

Quería que se viniera a vivir conmigo porque alli me sentía sola, no tenia con quien salir a tomar un café o una copa después del trabajo. Siempre he sido una chica introvertida y con dificultad para entablar relaciones nuevas, así que si a eso le sumabamos que tendria que hacerlo en otro idioma, daba lugar a un total de cero vida social.

Por si eso fuera poco, la gente del trabajo nunca me llegó a aceptar, me llamaron para cubrir una sustitución y ellos sentían que le había quitado el puesto a la anterior chica, a la que al parecer querian un montón y a mi eso me repateaba. Me sentía fuera de lugar.

Así que un día que no pude más, no me lo pensé y llame a Sara, iba a proponerselo ya, no aguantaba mas.

— ¿Amor? — escuche como respuesta al otro lado del teléfono

— ¿Te pillo en mal momento?

— Para nada, me estaba haciendo la comida. ¿Estas bien Ainhoa? — note preocupación en su voz, no era normal que la llamara a estas horas

— Siempre olvido la diferencia horaria perdon

— Ainhoa no me has respondido ¿estas bien?

— No, no estoy bien. Te echo de menos

— Yo también pero sabias que esto iba a ser duro. Por mucho que te empeñaras en creer que no sabias que no vernos nos iba a poner mal — ahora sonaba molesta, a ella nunca le gustó la idea de separarnos

— Lo sé lo siento, he tenido que venir aqui para darme cuenta — no respondió — Por eso queria proponerte algo — me iba a dar algo de los nervios

— No me pidas hacer ahora una videollamada guarra porque tengo a mis padres en el salón y no se si me iba a poder contener — me reí

— No es eso idiota. Osea que también podria ser, pero en este caso no lo es — ya me estaba desviando

— Pues tu dirás amor, y rapidez que se me quema la comida

— Quiero que vengas a vivir conmigo, aqui, a Beldad. He estado ahorrando y tengo lo suficiente como para pagarte el vuelo y mantener los gastos hasta que tu encuentres algo aqui — lo solte asi, sin anestesia y al otro lado del teléfono solo habia silencio — Sara ¿estas ahi?

Las cartas sobre la mesa | LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora