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DESTINY
Destino: una palabra tan pequeña, pero con un gran peso. Se dice que el destino es un sitio, momento o situación que formará parte crucial en nuestras vidas. Puede ser un presente para pertenecer a un futuro establecido, donde todo converge para que nos dirijamos a donde pertenecemos.
Por lo que nuestro paso por la vida consistirá en esperar el momento adecuado o el punto exacto donde todo se manifiesta para nuestro bien.
Para otros, todo esto se construye por sus propias manos, ya sean por acciones o diferentes direcciones que tomamos, el destino a menudo llega cuando es el momento indicado, creando miles de momentos alternativos para que se cumpla.
Aquí simplemente el destino jugará sus mejores cartas, demostrando que lo que está escrito se construirá poco a poco en cada paso que demos hasta llegar a nuestro destino, adecuando las situaciones a nuestro favor.
Y para Harry la vida cambió una noche de otoño. Cuando estaba a punto de ir a dormir escuchó unos golpes en la puerta, un escalofrío recorrió su cuerpo, ya era tarde, pensó si era prudente ir a ver que sucedía, se quedó de pie pensando…
Pero algo le forzó a ver por la mirilla de la puerta, a lo lejos vio una silueta correr, con extrañeza y armado de valor abrió la puerta y lo primero que sus ojos vieron fue un pequeño cesto con una nota pegada, su corazón latió errático… su omega se removió causándole muchas emociones, un pequeño ruido se escuchó, eso no podría ser lo que estaba imaginando, ¿o sí?
Su omega le exigía acercarse, ciñó muy bien su bata sobre su cuerpo, respiró profundo y avanzó hasta colocarse de rodillas frente al cesto, casi cae de espaldas al ver una pequeña mano sobresalir de unas mantas que no parecían nuevas.
Tomó la nota y leyó con pausa, sintiendo cómo su corazón se estrujaba, “cuídala por favor, merece ser feliz, algo me decía que ella te pertenecía”.
Harry elevó la vista y observó la calle desolada y una fría ventisca lo azotó, se quedó pensando unos segundos hasta que los tiernos sonidos de la bebé lo trajeron de vuelta a la realidad, sus ojos se cristalizaron y su respiración se hizo pesada.
Fijó su vista en las mantas que llevaba la niña puesta e inmediatamente reconoció una de ellas. Era la manta que él, hacia un poco tiempo, había obsequiado a una omega embarazada para que se cubriera del frío el primer día que la conoció, era muy tímida y casi no hablaba al principio, las familias del vecindario la despreciaban gracias a que era una omega abandonada y embarazada.
Con los días ellos se hicieron cercanos, caminaban juntos y Harry nunca estuvo con las manos vacías siempre que la visitaba o la encontraba por ahí.
Harry le llevaba frutas y ropa, en un par de ocasiones la invitó a su casa más ella se negó, ya que pensaba que podía perjudicarlo.
