Catorce. RB & C.

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YoonGi se despertó con una extraña sensación en el pecho que lo tenía inquieto desde el momento en el que decidió  revisar el celular esperando encontrar una contestación de su madre ante lo que le mostraba y escribía

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YoonGi se despertó con una extraña sensación en el pecho que lo tenía inquieto desde el momento en el que decidió  revisar el celular esperando encontrar una contestación de su madre ante lo que le mostraba y escribía. Le había mandado algunas fotos de New York que tomó de camino, pero ni aún así hubo respuesta, como tampoco la hubo para los cientos de mensajes más que envió en días y semanas anteriores. 

Él no llevaba una buena relación con los señores Min, pero se encargaba de hacerlos formar - en una mínima parte - de su presente, solo por una petición de YoonJae hecha hace muchos años atrás, donde le hacía prometerle que no los dejaría solos si algo llegaba a pasarle en algún momento, aunque en aquel entonces solo habría reído y dicho que aquello era una mentira, que él sería eterno, inevitablemente falleció meses después, lo cuál no solo provocó que sus padres lo hubiesen desconocido como parte de la familia, si es que aún era posible aún más, no solo por el evidente rechazo de haber contraído matrimonio con Jungkook, si no también porque solían creer que podían hacerlo actuar como lo hacía su hermano, queriéndolo traer de vuelta a la vida, aún cuando YoonGi era completamente opuesto a él. Quizás era idiota esperar una respuesta de parte de ellos, pero, no podían siempre ignorar su presencia, ¿o sí?

Sea como sea, no permitió que el sentimiento siguiera ahogándolo al recordar la razón por la que se encontraba así, si no que intentó concentrar toda su energía en un intento grande de positivismo y valentía para poder intentar hablar con Jungkook, ideando mientras se daba una ducha, como es que podía acercarse a él sin que la posibilidad de ser rechazado de una estuviera de por medio. 

Ya había tomado el desayuno en su habitación después de que su alarma comenzará a sonar. iniciando así su día. Se dio una corta ducha y vistió con lo más abrigado que podría haber traído, incluso llegó a guardar en una tote bag  de flores la gabardina de Jungkook, pues, aún  si no le aceptaba conversar, tenia que entregársela, además que la había llevado a la tintorería pidiéndole a la encargada tratarla con demasiado cuidado, lo que menos quería era que le hicieran endeudarse con el precio elevado de la prenda.

Taehyung no pudo acompañarlo como lo había dicho aquella ocasión, pero se encargó de actualizarlo y darle las indicaciones precisas para saber como llegar y a que lugares dirigirse si quería visitar New York o a sus alrededores, incluso a zonas donde podía salir a divertirse por la noche. 

— Ya, Taehyung, creo que estoy llegando.

El tráfico era inmenso, tanto que el chófer tuvo que  tomar una ruta distinta para llegar, pero cuando YoonGi se percató de que las referencias dadas por Tae estaban plasmadas justo en la calle donde se encontraba, supo que finalmente estaba a escasos minutos del lugar que prometía ser la inauguración.

—Bien, ¿llevaste lo que te recomendé?

YoonGi hizo un sonidito de negación. —  No, hace un frío del demonio, ¿Qué carajos voy a hacer utilizando ese tipo de ropa tan delgada?

Find me, mon ange - KookGi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora