Desde ese día el interés hacia el vecino se fue perdiendo poco a poco, así tan rápido. Ryun pensaba que valía una miseria aquel hombre. Sí, todo eso porque la "echó" de su casa. En fin, faltó toda una semana a clases y cada día intentaba tener tan siquiera un poco de fuerza para levantarse de aquella cálida cama.
"Mañana regresamos. Por favor, limpia la casa."
Vaya, eso es lo que más le preocupa.
Que a veces la limpieza mejore su ánimo no significa que le guste hacerlo cuando se lo ordenan.
Oh, otro mensaje, está vez de Yejun.
"Espero que estés bien, Ryun. Por favor, déjame ayudarte."
Ayudarla sería difícil, ni siquiera los psicólogos saben cómo tratar con ella. Ryun supo que realmente nadie podrá entender aquella inconformidad que siente respecto a su vida, a ella misma y a todo aquello que la rodea. Nadie entenderá el sueño perdido que aún no logra descifrar. Ryun quiere creer que es buena para algo y que el sentimiento de desprecio hacia ella será superado. Una simple amistad no logrará sacarla de eso.
"Sólo debo levantarme."
Su cuerpo dolía y la pesadez que sentía no ayudaba, tomaba respiración profunda y luchaba con las ganas de dejar de intentarlo y tumbarse nuevamente. Levemente fue alzando su cuerpo y enderezó el torso, soltó un suspiro y un "lo logré". Estas cosas pequeñas la hacían sentir orgullosa, aunque sea algo insignificante. Sobre todo porque lo había hecho sola.
La ducha relajó esa tensión en sus hombros y redujo un poco el dolor de cabeza. Bien, sigue el uniforme y comer. Lo último fue difícil ya que no había comida en el refrigerador, su madre olvidó comprar antes de irse por lo que optó como siempre por una sopa instantánea.
Finalmente, Ryun comenzó el camino a sus clases.
Al salir, vió al vecino cargando con unos libros enormes, supuso que estaba volviendo de algún lado. Este voltea y cruza mirada con Ryun pero ella lo ignora.
Lee estaba completamente arrepentido por haber tratado mal a Ryun, fue consiente que le habló en un tono agresivo pero en ese entonces de verdad se encontraba con mucho trabajo que debía terminar. Y no sabía cómo compensarlo.
Tiene en claro que una disculpa no será suficiente.
"¿Una cena? ¿Algún regalo?"
Y por estás razones Lee no tenía pareja. Es un desastre al intentar arreglar los errores que él mismo comete. Así que se abstenía a eso.
El día de Ryun.
Fue un día tranquilo acompañado de mucha hambre y la resistencia de querer atragantarse con comida, también de un intenso dolor de cabeza. Algo muy normal en sus días. Ryun está cansada de eso pero por más que intenta cambiarlo todo vuelve a ella. En esta ocasión, Yejun intentaba ayudarle, siendo rechazado varias veces pero Ryun cedió en un momento. Cuando su cuerpo estaba mucho más débil que al inicio del día y este temblaba en exageración. A ambos les asustó dicha condición, por lo que Ryun pidió la salida y Yejun igual para acompañarla a su casa.
-Ryun, creo que deberías atenderte con un médico. Siento que esto ya es grave. Podría ser algo muy malo.- habló preocupado mientras ayudaba a caminar a Ryun.
-Es sólo que...- suelta un suspiro para volver a hablar. - Realmente no me importa si algo me llega a pasar, digo, en algún momento moriré.- habló totalmente despreocupada.
-¿Has hablado con tus padres sobre lo que pasa?- pero si ellos conocen perfectamente la situación.
-Lo saben pero...-
"Creo que ya no les importo."
Yejun dejó a Ryun en su casa para después ir a comprar comida y medicinas. Es miércoles por la tarde, siendo exactamente las 5:46 y Ryun sintió aquel vacío que siempre la acompaña junto con lágrimas repentinas.
¿Cuándo será el día que Ryun deje de llorar aunque sea por una sola vez?
Iba camino a su habitación para cambiar el uniforme por algo más cómodo pero tocaron la puerta tres veces fuertemente. ¿Sus papás? No, ellos llegarían el día siguiente, además tienen sus propias llaves. Pensó en Yejun que había vuelto. Limpió cualquier rastro de lloriqueo, dejando un poco irritado la parte de sus mejillas debido a la brusquedad con la que lo hizo.
No era Yejun. Ni sus padres. Era aquel señor odioso con una mirada de arrepentimiento.
-Ryun...- quería limitarse a escuchar cualquier cosa que fuera a decir, al intentar cerrar la puerta el hombre se introduce sin pensar. -Quiero disculparme contigo por aquel día...-
-Sé que tal vez fui irritante pero la agresividad no era necesaria, sabe. Salga por favor.-
Lee llegó a su casa justamente cuando Ryun estaba ingresando a la suya junto a un chico. El mayor vió lo débil que lucía el cuerpo de la chica, y su preocupación fue inevitable. Sabía que sus padres la mayoría del tiempo estaban fuera de casa, pensó que no habría nadie que la cuidara.
-¿Tienes fiebre?- el rostro rojizo de la chica llamó su atención. Su intento de revisar la temperatura no funcionó, su mano fue alejada por Ryun.-
-No es necesario su atención.- Ryun estaba poco acostumbrada a recibirla.
-Estás temblando...- parecía que en algún momento su cuerpo caería, incitó a que tomara asiento y prevenir accidentes, extrañamente Ryun obedeció.
Rápidamente Lee tocó la frente de Ryun para verificar su temperatura, como lo pensaba, esta es alta. Fue en busca de trapos y procedió a mojar dos de ellos, colocando uno en la frente y con el otro recorría el rostro de la chica, intentando refrescarla. Ryun tenía pocas fuerzas para quejarse, así que se quedó callada, recibiendo aquel acto inesperado.
Minutos después Yejun llegó, encontrándose con Lee. Ambos hablaron de la condición de Ryun, y decidieron en que era mejor llevarla a un médico, al escucharlos Ryun se negó firmemente. Mientras Yejun preparaba comida, Lee ordenaba el desastre de la casa causado por la joven.
Yejun se sentía extraño con la presencia del mayor, pero estaba siendo de mucha ayuda. "¿Qué tan cercano será hacia Ryun como para cuidarla de esa manera?"
Las horas pasaron rápido y la noche empezaba a caer, Yejun dejó sopa hecha para Ryun y también las medicinas. Lee despidió al chico, diciéndole que regresara a casa con precaución. Fue una tarde extraña para ambos pero aún así se sintieron cómodos.
7:34 p.m
Ryun seguía en el sofá, había despertado hace pocos minutos pero no quería levantarse de ahí. Lee se quedó por más tiempo para no dejarla sola, se iría cuando fuera a dormir la joven.
-Lo odio, sabe.-
-¿Desde que me conociste?- al inicio, tenía una sensación extraña de Ryun, sabía que iba con otras intenciones pero no la había tomado en serio.
-Sí.- esto no era común en ella, tal vez se debía por la medicina que la hace sentir adormilada del cuerpo y un poco sus sentidos. Los pucheros que ella tanto odia se estaban mostrando descaradamente. -Se hace el difícil conmigo. ¿Por qué aún no cae ante mí?-
Lee rió por lo dicho. Sí, él es muy difícil de impresionar, lo acepta orgulloso.
-¿Acaso no deberías conocerme mejor? Te aseguro que te arrepentirás de haber dicho eso.- juega con su anillo, girando este repetidas veces, observándolo pensativo.
-Es muy atractivo, eso me gusta.- bosteza para proseguir a hablar. -Quiero dormir en mi cama, así que...- levanta su cuerpo y toma aquella cobija de a lado. Camina hacia su habitación, a mediación se dirige a Lee. -Supongo que le debo esto, ¿verdad?-
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Home° Lee Dong Wook
Random"¿Qué más quieres de mi?" "Quiero que esté conmigo, ¿es mucho pedir?" "Yo no sé sobre relaciones ni de amor. Yo no sé sobre cómo hacerte sentir bien." "Simplemente no me deje, por favor." 21/11/2022