parte 2

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Pasaron semanas en las que ya no había visto a aquel hombre de traje. Durante ese tiempo Ryun planeaba su acercamiento pero uno parecía peor que otro, se vería muy estúpida diciendo aquellas ocurrencias. Quería algo natural, maduro pero al mismo tiempo con inocencia. ¿Será posible?

Se encontraba en medio de una crisis y quería salir lo más pronto posible de esta.

¿Tocar la puerta? ¿Llevarle comida? ¿Decirle que necesita ayuda con algo? ¿Ofrecerle servicios?

¿Eso sería útil?

Claro que no, pensó.

Ah, encontró una nueva cosa emocionante que ya está obsesionada con ella, pero lo estará más cuando la tenga.

- Ya debes irte.- cierto. Escuela.

Ryun, actualmente, es alguien que no tiene propósitos o metas a comparación de sus compañeros. Tenía planeado dejar de estudiar y ser una mujer con un esposo rico, pero sabía lo difícil que era conseguir a una persona que le ofrezca todos sus lujos, hay más pobres que ricos. Así que, decidió seguir y pronto buscaría una carrera que le deje dinero. Tiene tiempo, no tanto como quisiera, pero tal vez el suficiente para pensarlo con detenimiento. Iba a la escuela, pero no significa que realmente vaya para aprender, sólo pierde el tiempo, para sorpresa de todos, lograba aprobar con un promedio alto. Increíble ¿cierto?

Todos se preguntaban ¿cómo le hacía?

La respuesta es sencilla. Ryun tiene encantos y suerte. Sus maestros son hombres apuestos tal vez casados y con hijos pero estos no negaban tan siquiera el mínimo coqueteo que hacía Ryun. Correspondían y buscaban más de aquella chica. ¿Lo conseguían? Rara vez pasaba eso, pero Ryun pensaba que si no les cumplía aquel pequeño deseo, su calificación sería la más mínima. Esto obviamente sería diferente si tuviere maestras, pero es su suerte.

Cuando Ryun estaba aburrida, los provocaba y casi tenía sexo con uno de ellos. Pero el temor de ella es el hecho de tener algo en su interior. Cuando miraba esos vídeos, pensaba que tan placentero no era y que ni soñando lo haría. Le atraía más las caricias y el toqueteo. Ni siquiera los besos.

Ryun sigue siendo virgen por lo mismo.

Aquellos hombres eran guapos, con muchas virtudes, pero algo les faltaba. Ryun pensaba que tenían vibras de que no sabían del sexo. Se veían como los típicos hombres que se concentraban solamente en su propio placer. Y eso le desagrada.

Hoy se sentía extraña, su cuerpo le decía que tendría un buen día. ¿Cómo? Le dolían los pechos. Ryun creó esa idea de que cuando sus pechos duelen es porque algo bueno pasará. La mayoría de las veces, por no decir que siempre, es verdad. Así que en su interior estaba gritando de la alegría.

"¿Lo veré otra vez?"

Creaba miles y miles de escenarios con el vecino recién llegado. Sí, así es Ryun cuando le gusta alguien. Esta es la segunda vez que se siente atraída por una persona, la primera fue el maestro de álgebra.

- Ryun, ¿te gustaría ser de nuestro equipo? - ¿equipo?

- ¿De qué hablan? -

- Debemos hacer equipo para el proyecto de álgebra -

- ¿Encargó un proyecto? ¿Desde cuándo ha encargado algo así?- hablando del hombre de sus sueños, no se había dado cuenta que ahí estaba.

Buena excusa para volver a acercarse.

- Claro.- sonrió.

Muchos podrán ver a Ryun cómo una persona extraña. No tenía amigos, porque en realidad no le interesaba socializar con personas de su edad pero los trataba bien a pesar de no conocerlos. Creían que si le hablaban a Ryun esta lo haría de manera grosera pero es todo lo contrario.

Se preguntarán ¿nadie sabe lo que hace Ryun con sus maestros? Casi nadie sospechaba, ya que muchas otras alumnas lo hacían pero por alguna razón les atraía más Ryun. Tal vez por su personalidad, aquella inocencia fingida pero natural combinada con un poco de atrevimiento. Ryun es bonita, la más bonita del salón. Tal vez sea por eso y no porque tiene más pechos que cualquier chica de ahí.

"Ryun, saldremos en la tarde. Regresamos en unos días, dejé dinero en la habitación."

¿Estará sola por tanto tiempo? ¿Qué se supone que hará? Posiblemente lo mismo que todos los días, pero aún así se preocupa. Nunca había estado sola por tanto tiempo.

¿Esto será bueno o malo?

En la noche le tocará regresar a casa caminando. Normalmente van sus padres para que no corra peligro, pero ya es hora de dejarle crecer y ser independiente ¿verdad?

Si va a centros comerciales sola seguramente puede ir a casa sin compañía.

"Si tuviera novio lo invitaría a la casa."

Estar sola le entristece por alguna razón, debido a esto se encierra en la habitación. Hubo una vez que pasó esto y dejó de ir a la escuela por una semana. Sus padres se preocuparon por el estado de Ryun, pero no lograban entender a su hija y mucho menos su estado de ánimo tan desequilibrado. Creían que si la dejaban sola saldría de esto, ya que a pesar de intentar muchas cosas para que eso cambiara, nada era funcional. Complicarse la vida es lo que menos quieren.

Preparó la cena y después fue a su habitación intentando dormir. Sí, también tiene problemas de sueño y a veces problemas con la comida. Estos últimas han estado siendo tratados pero siempre vuelven. Traumas pasados.

Todo era tan silencioso y aburrido. Es temprano para dormir, apenas son las nueve.

"¿Debería ver al vecino? Tengo mucho tiempo sin verlo. ¿Qué debería decirle?"

Se dirigía a la puerta del hombre, junto con su pijama más transparente que tenía.

Actuó por impulso y ahora tiene la mente en blanco cuando el hombre, nuevamente con traje, abrió la puerta con una sonrisa. Se veía gustoso.

- ¿Ocupas algo, pequeña?-

...














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