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─ ¡No!, ¡SUÉLTAME!─ Gritó el rubio, alejándose de su tierna novia.
Nuestra parejita favorita se encontraba en una cita, específicamente en un picnic. Hacía tiempo que solo salían a centros comerciales y a restaurantes, así que decidieron irse por algo más clásico.
─ ¿Por qué no la quieres? Kero'─ La peliverde tenía en manos una corona de flores hecha por ella misma, dichas flores las había recogido anteriormente en el mismo parque en dónde estaban tendiendo su picnic.
─ ¡ME VERÉ RIDICULO!
Oh, no. No debió decir eso.
Tsuyu tenía un excepcional don, un talento, algo que la hacía diferente al resto de personas que trataban con Bakugou: Hacerlo caer a sus pies en menos de diez segundos.
La cara de la fémina se volvió triste, sus ojos se encontraron con la manta rosa en la que estaban sentados, y soltó un pequeño ─ Kero'...─ Incluso parecía que estaba a punto de llorar.
Katsuki no podía soportar eso.
─ ¡BIEN! Tu ganas─ Dijo a regañadientes mientras cruzaba los brazos.
Asui sonrió. Sabía que esa "técnica" especial siempre funcionaría con el.
Felizmente y con aires de ganadora, colocó la corona de flores en la cabeza de su chico.
─ Se te ve bien ─ Sonrió ella. Bakugou solo se limitó a sonrojarse indignado.
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