━ 𝑅𝑒𝑚𝑒𝑚𝑏𝑒𝑟 𝑚𝑒 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔

10; Morir feliz.

Jisung entró en el departamento que compartía con Minho. Se limpió el rostro, varias lágrimas habían caído desde que salió de la consulta con su médico, además de que Lee se estaba aproximando con su ceño fruncido, en clara señal de confusión. Se dio la vuelta, puesto que se había escondido un poco para limpiar el rastro del líquido, pero fue en vano; ni bien el mayor miró sus ojos, pudo notar que algo estaba mal.

—¿Qué pasó? ¿A dónde fuiste para regresar así de mal? y no me digas que al cementerio, porque nunca regresas así, con tus ojos hinchados.

—Amor... yo... —agachó su mirada y llevó sus manos hacia su espalda, para arrugar el papel que tenia—. Será mejor que nos sentemos, ¿si?

Minho dudó absolutamente de todo, pero terminó asintiendo porque no podía aguantar más tanto suspenso, ¿qué podía ser? Solo podía pensar en que era algo sumamente grave.

Ambos se dirigieron al sofá y lo primero que Jisung hizo, fue arrugar el papel que llevaba el resultado del análisis de sangre, y lo dejó sobre la mesa ratona, restándole importancia a las palabras que estaban impregnadas a las hojas, dándole un diagnóstico final.

—¿Recuerdas los moretones en mis brazos y costillas? Los que te dije que no sabia como llegaron ahí, porque no me había golpeado, ni tú... oh... ya sabes cuando... —el ajeno asintió—. ¿Y también que últimamente me estoy cansando mucho?

—Jisung ve al punto, me estás matando, pero sí recuerdo todo lo que te está pasando.

—Tengo cáncer... —soltó de la nada, sintiendo como los ojos de su novio se abrian de par en par—. Leucemia mejor dicho. El doctor dijo que las posibilidades de trasplante lo antes posible eran casi nulas, porque no se sabía cuando ingresaría a la lista, y el hecho de no tener hermanos de sangre, lo hace peor, pero nos dio salida a través de la quimio, aunque el problema es que... no se cómo podamos solventar los gastos de todo esto... Minho... —tomó el rostro ajeno con ambas manos, logrando que vuelva a la realidad—. Minho, ¿me escuchas?

Y la verdad era que no, no lo estaba escuchando. Se había quedado con la palabra "leucemia" en su cabeza y era la única que hacia ruido, uno que podría llegar a matarte.

Habían pasado cinco meses desde aquel recuerdo, desde ese momento, y su vida tenia una sola meta: la salud de su novio. Se preocupaba por él, era atento, hasta miraba los datos de nutrición en cada cosa que iba a ingerir, y era por él, que también se preocupaba por comer las cuatro comidas del día, porque si fuese solo por Minho, ni siquiera desayunaría o cenaría. Sin embargo, cuando vio que era necesario construir una dieta balanceada, y eso se trataba de comer las cuatro veces, no dudó ni un segundo en crear una nueva rutina.

Solo quería que de alguna manera sane, y que esa manera no fuese la quimio. Hacia todo lo que estaba a su alcance, y era por eso que insistía en que comiese, porque quizás así, el se llenaría de energía y por ende, los glóbulos rojos crecerían, y lo tendría ahí; sano y salvo, para compartir la vida que le esperaba.

Se dejó apoyar contra la pared, para deslizarse  y sentarse sobre el suelo, viendo como sus piernas temblaban, al igual que sus manos. El aire comenzó a faltarle y su corazón a palpitar a un ritmo errático, estaba seguro que Jisung había sentido lo mismo antes de desmayarse, ¿entonces por que no le pasaba lo mismo? ¿Por qué diablos no sufrían los dos de la misma forma? ¿Por qué a él no le dio cáncer también? ¿Por qué no tomaban el mismo camino?

Se rehusaba a vivir una vida sin Han Jisung.

No podía, no era fuerte, porque no seria el mismo. Sí, dejaría que su historia de amor se convierta en un cliché, en donde uno de los protagonistas se fundió tanto, no solo físicamente en el otro, y que no podría vivir sin esa persona a su lado. Es lo mismo que estaba sintiendo en estos momentos; Changbin colocaba sus manos sobre sus hombros, preguntándole si estaba bien, ¿que debería responder? el nudo en su garganta no le dejaba decir nada, tampoco sabia qué decir. Su vista se había nublado por completo, y sus oídos no dejaba pasar ningún sonido, ¿debería intentar decir algo o simplemente quedar como un inútil que lo único que estaba haciendo es quedarse sentado en un rincón del pasillo, esperando a que las puertas se abran?