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09/1996

La plantilla del Barcelona estaba entrenando aquel dia, era una mañana calurosa y todos estaban cansados, entoces Guardiola le dio un mal pase a Figo que se le escapó y acabó en los pies de Enrique quien estaba haciendo otro ejercicio. El portugués corrio hacia el para intentar llevarse la pelota pero Enrique se negaba a darsela.

—Va, dame la bola.

—¿Como se dice?

—¿Ahora hablas?—pregunto el portugués molesto.

Estaba cabreado con él porque era la primera vez que se dignaba a dirigirle la palabra.

—Siempre hablo, solo no contigo.

—Enserio Enrique dame la pelota.

—¿Acaso no te enseñaron como se piden las cosas?

El español levanto la pelota con sus pies y la agarro en sus manos para luego tirarsela al pecho del menor, para su suerte tuvo buenos reflejos y la pudo coger.

—Gracias—dijo y le dedicó una sonrisa.

Volvio con Pep y seguio el ejercicio.

—¿Por qué tardaste tanto?

—No se, Enrique no me la quería dar.

—¿Y eso?

—Yo creo que le caigo mal, le pasa algo conmigo.

—Hablaré con él.

—No, no Pep no.

—Como capitán, no como tu amigo.

—No se cual es peor.

Siguieron con su ejercicio y cuando el entrenamiento finalizó Guardiola fue ha hablar con él.

—Lucho.

—¿Eh?

—Ya sabes que no quiero que nadie del equipo tenga problemas, y he notado que te pasa algo con Figo, ¿me equivoco?

El español miró para los lados asegurándose de que no habia nadie y al ver que estaban solos en el campo, respondió.

—Creo, creo que estoy sintiendo cosas por él.

—¿Qué?

—No se, Pep. Lo odio, odio que me haga sentir así, acaso lo has visto, como sonrie, su acento es que no puedo, y cuando te mira.

—Tio, quieres hablarle de una vez y al menos ser su amigo, por dios.

—Joder, es que te lo juro que siento que si hablo con él, la voy ha cagar.

—Hazme caso, intentalo, se su amigo o llevate bien con él, a lo mejor solo es un flechazo y se te pasa.

—¿Y si no lo es?

—Aprenderas ha vivir con ello.

—Gracias por eschucarme, eres grande tio.

—Ves hablarle.

Lo hizo y sé volvieron muy buenos amigos pero lo que Figo no sabia era lo que el contrario sentía.

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06/1997

Habianpasado unos meses, meses en los que Enrique se habia dado cuenta de que Figo no era un flechazo pasajero y comenzó ha alejarse poco a poco. El portugués por su parte se había dado cuenta que pasar tiempo con el mayor era mejor de lo que se imaginaba y de que con el se sentía mejor que con el resto de personas, pero de repente el español ya no le hablaba y no entiendia por qué.

Aquella noche habia una fiesta de final de temporada en un hotel de ibiza y todos estaban bebiendo como locos y nuestros protagonistas no eran la excepción, aunque lo hacian por separado, Enrique se contraba con un chico, y Figo de sujetavelas de Guardiola y el segundo entrenador, Jose Mourinho, mientras le lanzaba una mirada llenada de odio y celos al español y al desconocido.

—¿Quien es ese?

—No se, ¿por?—el respondió el otro portugués.

—No me justa que ande cerca de Enrique.

—Ves y pegale.

—Josep no digas tonterías que sabes que Figo es capaz.

—Bueno pues ves y llevate a Lucho.

—Me gustaba más la primera—dijo y después se fue para allí.

—Eso Figo defiende lo que es tuyo—grito el catalán de fondo.

El portugués se acercó al español y le agarró el brazo con fuerza para después acercarse a su oido.

—Podemos hablar.

El español asentio inseguro y se dejo arrastrar por el agarre.

—¿Donde vamos?—dijo al ver como se subian al ascensor.

El portugués no respondió y pico a la planta 6. Al llegar se bajaron y el menor se dirigio a una habitación, al llegar saco una llave y la abrió. Los dos entraron aun que el español no estaba muy seguro, en cuanto la puerta se cerró el último mencionado fue acorralado contra ella por el contrario.

—¿Que haces?

—No, que haces tú, se suponia que todo estaba bien entre nosotros y de repente me evitas y te niegas ha hablar conmigo. ¿Que te pasa?

—No tiene importancia, dejalo.

—Para mi si la tiene, eres mi amigo y eres demasiado importante no quiero perderte.

—Pero el problema es que yo no te quiero como amigo.

—Lo siento, pensaba que éramos amigos.

El portugués lo apartó para intentar salir pero el contrario le paró.

—Mierda, eso no era lo que quería decir.

—Entonc-—fue interrumpido por los labios del español que se estampaban contra los suyos.

Al darse cuenta de lo que estaba pasando no dudo en continuar con el beso, probablemente por la culpa del alcohol, o eso era lo que pensaba. Las manos de Figo se posaron en la cintura del mayor, volviendo a dejarlo contra la pared. Sus lenguas estaban en una lucha constante en sus bocas haciendo que sus cuerpos se calentar. Ninguno sabe como pero acabaron en la cama de la habitación, Enrique tumbado boca arriba mientras el portugués luchaba contra el cierre de su pantalón.

Cuando consigo desatarlo lo bajo junto con su boxer. Se introducio su erecto miembro en la boca y comenzo a lamerlo mientras el contrario jadeaba su nombre. Finalmente el contrario se corrio en su boca y se los dos se durmieron.

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Gente volvi

Lo siento por no actualizar antes pero estuve entrenando toda la semana y no tuve tiempo.

reputation-L. figo - L. EnriqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora