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Las ruidosas carcajadas de sus compañeros de clase inundaban el salón y su cabeza, escuchaba atentamente cada abucheo y crítica que tiraban los chicos.

-¡Esto es totalmente impresionante!- Gritaba uno.

-No crean en sus palabras, estoy segura que miente...- La voz de alguien más se hizo presente.

-Incluso sin hacer nada parece que esta siendo poseído por algo...- Otra persona se unió a los abucheos.

-Espero y lo expulsen de una vez por todas de esta escuela, realmente es un peligro que él esté aquí.- Un murmuro se escuchó justo detrás.

Taehyung se encontraba de pie, con la mirada pérdida y un nudo en la garganta, las voces aumentaban a cada segundo al igual que el temblor en su cuerpo, iba a llorar si no paraban.
Se sentí tan humillado en ese momento.

-¡Cierren el pico, entrometidos!- Aquel chico rubio se había levantado rápidamente de su asiento, haciendo que la silla se arrastrará por el piso de madera en el proceso.- Será mejor que lo dejen en paz.

-No te quieras hacer el valiente Jeon - Otro muchacho se levantó de su sitio.- Deja de defender a este monstruo, ¿Quieres convertirte en uno también, eh? O tal vez ya lo eres...

-¡Él no es un monstruo!- Frunció el ceño.

-¿No? ¿Entonces qué es, Jungkook?- Sonrió burlonamente el castaño.

-Es una persona, como tú y yo, Yejun.- Respondió el chico entre dientes, comenzando a acercarse a Taehyung.

-Sí, claro.- Habló sarcásticamente.- ¿Vas a acercarse en los engaños de este fenómeno?

-Deja de llamarlo así, trata de mostrarle respeto aunque sea dentro del instituto.- Suplicó Jungkook sin ánimos de iniciar otra vez una pelea con el mayor.
Porque sí, Lee Yejun y Jeon Jungkook eran enemigos a muerte y todos los días peleaban por la misma razón, Kim Taehyung. Ese muchacho de piel pálida, cabellos azabaches y ojos tan azules como el cielo al amanecer, era siempre el motivo del mal humor de ambos, o por lo menos de Yejun.

-Llevamos años siendo alumnos de esta maldita escuela y desde que estás aquí defiendes a esta plaga asquerosa sin importar qué.- Soltó con asco el mayor.

-Lo defiendo porque no se merece todos los insultos y miradas que ustedes le dan cada vez que lo ven.- Se defendió el rubio.

-Mh, ¿te gusta Kim?- Preguntó repentinamente el contrario.- Digo, el hecho de que sea una aberración no significa que ignore el hecho de que tiene algo de belleza en ese horrible cuerpo que posee como si fuese su verdadera imagen.

-Yejun, perdón.- La débil y suave voz de Taehyung sonó finalmente.- Perdón si te molesto con mi presencia... yo de verdad no quiero enfadar a nadie, tampoco quiero hacerlos sentir incómodos, pero no puedo simplemente dejar de existir o desaparecer.
Aunque realmente lo deseaba.

-¿Que no puedes dices?- Sonrió ladinamente el castaño.- Hay tantas formas en las que puedes desaparecer y no arruinar la vida de los demás, ¿pero tú dices que no puedes simplemente hacerlo?

-Bueno... no me refería que no hubiera maneras, pero...- Sus palabras quedaron suspendidas en el aire.

-Cierra la boca, sabes muy bien lo que puedes hacer para dejar de molestar con tu estúpida cara, ¿o debería decir tu estúpida máscara de gente buena?- Inquirió alzando una ceja.

-Lee, ya fue suficiente, déjalo en paz.- Jungkook volvió a hablar, acercándose a ambos sujetos que se encontraban viéndose fijamente.

-No, jamás lo dejaré en paz, no hasta que se vaya de mi jodido pueblo o simplemente se muera como la rata inmunda que es.- Finalizó el chico antes de volverse a sentar en su silla y demás a los otros dos jóvenes estupefactos.

¿Morir?, ¿Eso es lo que los demás querían?, ¿Querían que muriera?

Taehyung no hizo más que sentarse también en su lugar e ignorar la mirada fija de Jeon en él, tenía mucho en qué pensar durante la clase de álgebra que iba ser dada en 10 minutos aproximadamente, pensándolo bien, mucho era poco, tenía DEMASIADO que pensar.

Sobrepensar es algo que todo ser humano hace, no importa si eres la paloma más pura y blanca que haya pisado la tierra, SIEMPRE hay algo que nos atormenta, aunque sea algo mínimo, lo más insignificante, sin valor, pequeño, inútil, cualquier acontecimiento que suceda es motivo para llenar nuestras mentes de pensamientos intrusivos. Tal vez algunas personas sobrepiensan de una manera linda, un ejemplo sería una madre que recién da a luz y ve a su hijo por primera vez después de cargarlo 9 meses dentro, es un hecho que está lleno de felicidad, y por lo tanto será recordado con una sonrisa en el rostro; sin embargo, hay otro tipo de sucesos que marcan la vida de una manera trágica y llena de pánico, como le sucedió a Taehyung. Taehyung, un simple niño que nunca pudo conocer lo que era la comprensión, elogios por parte de los demás y mucho menos amor, un niño que fue dañado desde el día de su nacimiento.

Un niño que estaba condenado a vivir con malos tratos y el repudio de la sociedad, un simple ser inocente que conoció una parte del mundo que no debía ser descubierta, incluso antes de existir.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2023 ⏰

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