2. To make you remember
(804 palabras)
Habían pasado cuatro días desde Sunghoon y yo nos emborrachamos y... y pasaron esas cosas. Si soy sincera, claro que lo recuerdo, unos cuantos vasos de soju no me llevan a tener lagunas mentales aunque así lo deseara. Hice creer a Sunghoon que no recordaba nada de aquel día.
<<<<<3 days ago
Amanecí con un poco de resaca y no pude evitar que en cuanto desperté mi mente se llenó de flaskbacks de la noche anterior, al parecer no tomé suficiente. Aún me quedaba una alternativa, que Sunghoon fuera el que no lo recordara. No estaba muy segura de querer evitarlo, solo lo complicaría más y se daría cuenta que me acuerdo perfectamente de cómo desabotoné yo su camisa y lo besaba... definitivamente esa no era una opción.
Me levanté y tomé una ducha para comenzar alistarme, tenía que ir a la universidad. Acomodé todas mis cosas y con mi mayor valentía, salí de mi habitación con la esperanza de que al menos el ya hubiera salido del departamento, pero no podía esperar más o se me haría tarde para mis clases. Tomé la perilla de mi puerta decidida y salí, miré hacia ambos lados y guardé un poco de silencio, no había ningún ruido, eso me tranquilizó, estaba sola. Caminé hacia la puerta relajada, y me di cuenta de que en realidad mi suerte no es la mejor.
—¿Hyeji-ssi? —Mi corazón se aceleró y volteé con miedo. Ahí estaba, Sunghoon en la cocina con una taza de café en sus manos, su bolso se encontraba en el sillón, supongo que estaba también a punto de salir. —¿Quieres una taza de café?
—¿Oh? No, gracias —traté de disimular lo más posible — Me tengo que ir ya, estoy retrasada.
—Espera. —dejó su taza sobre la barra. —Sobre lo que pasó ayer-
—¿El ramyeon? Estuvo delicioso, gracias. —Traté de escapar
—No es eso. ¿No lo recuerdas?
—No sé de que habla exactamente. —negué moviendo mi mano.
—Nosotros... nos besamos, Hyeji. —mierda, él sí lo recuerda.
Fingí mostrarme apenada, tenía que salir de esta situación lo más pronto posible.
—Discúlpeme. Controlaré mi forma de beber a partir de ahora. Debí estar muy borracha, discúlpeme de nuevo. —hice una reverencia y salí de inmediato del apartamento.
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Los siguientes dos días fueron completamente normales, la poca confianza que habíamos formado se había esfumado casi por completo, por su parte él aún se mantenía normal he incluso me hacía tener pensamientos que no debía, la forma en la que me miraba era tan provocadora, me hacía recordar lo excelentemente bien que puede besar.
No podía dormir y la idea de tocar su puerta y decirle que en realidad recuerdo todo y deseo que llegue más allá me tienta de una manera increíble.
Vestía unos shorts de pijama grises, una blusa interior negra de tirantes delgados. Me vi al espejo y arreglé mi pelo en una coleta poco alta, esa noche hacía demasiado calor. No lo dude más y salí de mi habitación para dirigirme a la suya que estaba justo en frente de la mía.