3- ¿¿Qué estoy sintiendo??

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Después de esa última salida que tuvieron juntos, pasaron dos semanas antes de que decidieran reunirse nuevamente. En esta ocasión, decidieron salir sin Fab, ya que, debido a su reciente mudanza, Fab había estado bastante ocupada con los preparativos y no tenía mucho tiempo disponible para salir de casa con frecuencia. La mudanza había sido un proceso agotador para ella y su familia, y los últimos días habían estado llenos de cajas, desempacar, y adaptarse a un nuevo entorno.

A pesar de la ausencia de Fab, el plan para la salida siguió siendo muy parecido al de la vez anterior. La idea era disfrutar de una jornada que incluyera una comida juntos, ir al cine para ver una película que les interesara a todos y, por último, patinar como parte de su actividad recreativa. Aunque la dinámica era similar a la de su última salida, todos estaban emocionados por la oportunidad de pasar tiempo juntos y disfrutar de una experiencia divertida.

Ada y Sofía, en particular, decidieron innovar un poco en esta ocasión. Al momento de comer, optaron por comida china, un cambio refrescante del restaurante italiano de la vez anterior. Se sumergieron en el menú, eligiendo una variedad de platos para compartir: rollitos de primavera, arroz frito con verduras, pollo agridulce y fideos lo mein. La comida era deliciosa y les permitió probar diferentes sabores, lo que hizo la experiencia aún más agradable. Los sabores exóticos y la combinación de texturas les brindaron una experiencia culinaria única que comentaron durante toda la comida.

Mientras comían, la conversación fluyó fácilmente. Hablaron sobre sus semanas, las tareas escolares, los últimos chismes del colegio y las novedades en sus vidas. La comida se alargó más de lo previsto, pero eso solo añadió al encanto de la tarde. Cada plato que probaban desencadenaba una nueva conversación o una anécdota divertida, haciendo que el tiempo pasara volando.

Después de comer, decidieron dar un paseo por el centro comercial antes de ir al cine. Recorrieron varias tiendas, probándose ropa y mirando escaparates. Ada encontró un vestido que le encantó, y Sofía la animó a comprarlo. También se detuvieron en una tienda de videojuegos donde Oliver se emocionó al ver los últimos lanzamientos y discutieron sobre qué juegos serían los mejores para jugar en grupo.

Luego, fueron al cine para ver una película de ciencia ficción que había sido muy anticipada. La sala estaba casi llena, pero lograron encontrar buenos asientos en una ubicación estratégica que les permitía disfrutar plenamente de la pantalla gigante y el sonido envolvente. Compraron bebidas y una gran bolsa de palomitas para compartir. La película resultó ser tan emocionante como esperaban, llena de acción, giros inesperados y efectos especiales impresionantes. Durante la proyección, los amigos intercambiaron miradas de asombro y emoción, comentando en voz baja las escenas más impactantes.

A diferencia de la película pasada, esta sí fue una buena película. Los personajes y la trama los mantuvieron al borde de sus asientos, y salieron del cine con una sensación de satisfacción y adrenalina. Discutieron los giros de la trama y los personajes durante todo el camino de regreso al auto, cada uno aportando su propia perspectiva sobre lo que más les había gustado y lo que esperaban de una posible secuela.

Finalmente, la última parada del día fue la pista de patinaje. Aunque inicialmente Ada y Sofía tenían algunas reservas sobre patinar sin Fab, quien era la más experta del grupo, decidieron intentarlo de todos modos. La pista de patinaje, con su música animada y luces brillantes, siempre tenía un ambiente festivo que hacía difícil no sentirse emocionado. Al principio, la mayoría del grupo se tambaleaba un poco sobre el hielo, riendo y apoyándose mutuamente para no caer. Era una escena de equilibrio inestable y carcajadas constantes, con cada uno intentando mantenerse en pie mientras se deslizaban por la pista.

A medida que la tarde avanzaba, todos fueron ganando confianza en sus habilidades para patinar. Ada, siempre aventurera, incluso se atrevió a intentar algunos movimientos más complicados que había visto en línea, mientras Sofía la aplaudía y animaba cada vez que lograba uno. La pista se llenaba de risas y comentarios de ánimo, creando un ambiente cálido y acogedor. En un momento dado, Ada le dijo a Sofía que intentara patinar sin la andadera, sugiriéndole que si lo necesitaba, podía acudir a su ayuda o a la de los demás para mantenerse en pie. Fue entonces cuando Ada tuvo la maravillosa idea de pedirle a Oliver que ayudara a Sofía a patinar, ya que Oliver sabía patinar un poco mejor que Sofía y podía darle más confianza.

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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