Capitulo 2, "Tempus"

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El rojo siempre ha estado presente en mi vida, sin embargo siempre he sido indiferente a este tono, aunque sea el más apasionado y el que más necesite, podría determinarlo como el matiz de mi desgracia. (Alexandre Von Leféure)


Después de caminar un largo rato, mientras observaba el paisaje urbano y se ahogaba en sus pensamientos, Alexandré llega a una puerta al más estilo gótico puro, pero al buscar sus llaves para abrir, escucha a lo lejos un auto negro y que representaba una marca costosa y que toma su atención. El joven se para debajo de un sauce muy antiguo que se encontraba en las afuera de las puertas a esperar este glamoroso auto, que después de unos segundos este se estaciona frente al joven que se veía exhausto, y en un instante se baja una mujer alta, aproximadamente 1,80, contextura delgada, facciones finas y vestían un abrigo de piel banco como la nieve, y junto a ella un hombre de 1,87 también de contextura delgada y una cara muy seria.

-Ale- la mujer le hablo con tono áspero y frió, - ¿Qué pasa?, se supone que ustedes no se encontraban en la ciudad hoy- el joven responde al instante.


-Cuida tus modales con tu madre, lamentablemente, sucedieron muchas cosas que hicieron imposible nuestro viaje, además sin contar que el sol hoy está muy potente, es molesto y dañino seguir exponiéndonos sin una buena razón...- el hombre le hablaba al joven mientras lo observaba de pies a cabeza -y una cosa más Alexandré porque nuevamente tienes quemadura en la cara-


Mientras el hombre terminaba su frase, el joven sin ganas de poner la más mínima atención, le responde -estoy cansado y me duele mi rostro, hablemos más tarde para el té de las 5 por favor padre- el hombre lo vuelve a observa y asiente con la cabeza -Ok, entremos la verdad me irritare mas si sigo un segundo mas aquí afuera.- Las tres personas entran por la gran puerta que generaba a más de una persona una admiración inigualable por su belleza arquitectónica, que sin embargo más adelante al ver la gran casa de un modelo Victoriano hecho de rocas, la mayoría de las personas quedaban sin palabra alguna.


Ya adentro, el joven Alexandré se prepara para subir a su habitación cuando de una puerta aparece un señor viejo de 1,80 aproximadamente y vestido de una manera poco elegante en comparación a los recién llegados, este les hace una reverencia y baja su cabeza en forma de respeto.

-Amo Kain, Su señora Illya, Joven Alexandré, esperaba su llegada, desean algo, en que les puedo ser útil.- El Viejo Hombre les decía, mientras aún tenía su cabeza abajo.

-Adalgio, levántate prepara el Té de las 5. No sé si mis hermanos están pero necesito conversar un tema importante con la familia hoy, además prepáreme la loción regeneradora de células, hoy nuevamente volví a quemarme- Alexandré da la ultima orden y se da media vuelta mientras hace una reverencia hacia su padre. -Con su permiso me retiro- Alexandré sube las escalera y entra en su habitación.

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(En otra parte de la Residencia)


<<Todo me trae nostalgia en esta morada, aun cuanto mas pase el tiempo sigo siendo el mismo, mi vida no cambia, hace ¿Cuánto deje de estar vivo?.... La verdad, ya perdí la noción del tiempo, mi vida está al servicio de los Leféure... >>

Adalgio un poco distraído dentro de sus pensamientos, camina casi con los ojos cerrados, ya que se conocía los caminos de memoria junto a sus muebles, no había nada que el no supiera, ni tampoco se movía nada de esa casa si a él no se le informara.


<< dejar preparado la mesa como a los "Amos" les guste, ¡Oh ¡ cuánta vajilla, cuanto recuerdo, me traen, la verdad todo lo de esta casa lo hace, toda mi vida viviendo como un noble para terminar sirviendo a los nobles mismo, mi vida ya perdió sentido, pero como muero, ¿Qué es la muerte para mí?, acaso no hay ningún dios que se ampare de nuestro ser... Tres de azúcar, mucho café, dos de azúcar, poco café, un té negro para el joven... >>


Entra una adolescente muy poco arreglada, pero aun así exhibía su belleza, toma un pequeño muffin que se encontraba en la mesa servido y habla -No puedo creer, que aún no esté listo Adalgio, no deberías perder el tiempo-.

Alexandré entra en la habitación haciendo una mueca mientras se sienta a la derecha de la cabecilla de la extensa mesa y dice unas palabras - ¡Shhh! Aleera, deberías callarte la mayoría de las veces-, la adolescente le suelta un bufido a su hermano mientras este le muestra los colmillos amenazadoramente.


Después de un rato en que el ambiente se había calmado, Adalgio vuelve a entrar acompañado de la madre de los jóvenes -señora Illia, que desea que le sirva hoy- , la mujer con voz fría responde -La verdad, por el momento, solo quiero un café negro-, al terminar esta frase, esta dama se sienta al lado izquierdo de la cabecera. Las puertas de la entrada del comedor se abren de par en par y se azotan contra la pared, dejando un silencio que llenó cada rincón del salón, -honorable padre- se escucha al unísono. -No están todos aquí; Me preocupé de que el mensaje llegara a cada uno de ustedes- Kain habla mientras camina lentamente, para después llegar a sentarse en la silla que se ubica en la cabecera.


-¡PADRE!- Aleera exclama -deben estar por llegar-

-No tolera retrasos, quiero a esos dos payasos sentados aquí en este mismo instante-

Se escuchan unas pisadas fuertes dentro de la casa mientras entra nuevamente Adalgio acompañado de dos hombres, ambos de igual aspecto físico, fácilmente de 1,80 , contextura media , ojos claros, sin embargo cada uno con su color que los hace diferente.


Kain toma su taza y bebe un poco de lo que contenía en ella mientras dice unas palabras calmadamente -no creo que me quieran hacer enfadar o ¿no?


-lo lamentamos padre pero todo fue culpa de Vlad-

-Padre, disculpa nuestra descortesía, sin embargo Dieter, fue el de la tardanza y como estoy impedido alejarme de él, la única forma de estar consiente es seguirlo.

Kain observa a los chicos y se levanta -lo dejare pasar por esta vez, porque el tema que necesito hablarles es de suma importancia, ya que atenta con nuestra subsistencia.-

Los Jóvenes recién llegados se sientan al lado de su madre Illia, mientras que Alexandré y Aleera se encuentran sentados en el otro extremo a la derecha de Kain. Al estar todo listo Adalgio sale de la sala y se cierran todas las puertas con un gesto de Kain.

-Debo partir con deciros que ya no somos los únicos dentro de la ciudad con descendencia arcaica...

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2015 ⏰

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Ex Umbra in Solem / De la Sombra a la LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora