— ¿Cómo puede ser que te guste ese hombre? - miro a la chica que reposaba en la cama y se encontraba en un profundo silencio -
Encogió los hombros.
— Para rematar, le llevas comida. - suspiro -
Habías entrado a la base por una razón y la razón era poder ser enfermera, aunque uno de tus problemas era que no solías hablar mucho. Ya eras toda una mujer adulta, pero tenías algunos traumas que te persiguen.
Cuando entraste a la base y te presentaron, no pudiste despegar tus ojos de aquel hombre grande que ocultaba su rostro con aquella mascara, a pesar de que no sueles tener mucho contacto con los hombres, tendrás que acostumbrarte a estar en un lugar así; más si quieres hablar con ese hombre que tus ojos no despegaban.
Estabas tan hundida en tus pensamientos, hasta que Kate tronó los dedos.
— ¿Por qué te interesa tanto? - la miro desde arriba, mientras cruzaba sus brazos -
— No sé - respondí, entrelazando mis manos -
Había muchas razones, pero no se pondría a darle detalles y explicarle el ¿por qué? Porque le llevaría horas.
— Desde que entraste, llevas hablándole y acercándote a él, y eso que tú eres muy poca para eso. - se sentó a un lado de la chica que se encontraba aún en la cama -
— Eso intento, gustarle. - respondí con cierta ilusión -
Kate quedó en profundo silencio. Eso iba a ser imposible, pues a Ghost le gustaba otra mujer. ¿Cómo lo sabía? Los vio teniendo relaciones en una oficina con aquella chica, mientras escuchaba como le decía todo lo que sentía por aquella chica.
No quería decirle nada, no porque fuera una mala amiga, si no porque ella quería que Annie se diera cuenta por sí misma. Tal vez nunca se ha enamorado, pero ella quería que viera lo que pasa cuando uno se ilusiona solo, sin que Ghost le haya dado indicios de que le gustaba a Annie.
Kate estaba por hablar cuando tocaron la puerta.
— Un herido - comentó el soldado, para después marcharse sin más -
Ambas fueron al puesto de trabajo y empezaron a laborar. Un soldado había recibido una bala en la pierna, por lo que llevó algunas horas.
Una vez que terminaron, se fueron a lavar las manos y a dejar la bata en el lugar específico donde se pone después de una cirugía.— Iré a mi habitación a dormir - hablo Kate de espaldas, mientras tomaba su bata blanca - igual, en unos minutos se acaba nuestro turno. - señaló el reloj de la pared, para después cerrar la puerta -
Annie se espero a que terminara el turno, le daba algo el irse antes, así que se sentó en el escritorio. Cuando dieron los minutos, fue a su habitación y se preparó un omelette y unas papas en gajos. Claro, siempre haciendo un poco de más para aquel hombre, pero primero se sentó a comer para después llevárselo.
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𝗡𝝝𝗧𝗛𝗜𝗡𝗚
Fanfiction𝑁𝑖 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑙𝑜𝑠, 𝑛𝑖 𝑙𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑡𝑟𝑖𝑠𝑡𝑒𝑠 𝑠𝑜𝑛 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒, 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙.