ALICIA Y EL PAÍS DE LAS PESADILLAS

El misterio del conejo blanco

-Alicia despierta el señor poster te está esperando para tomar el té-

 -vamos levanta niña-

 -Si, madre- Dije sin ánimos.

 Mi madre al ver la tristeza en mis ojos me pregunto: 

-¿Que ocurre niña?-

 -Verás, madre no quiero casarme con alguien a quien e conocido un día es muy apresurado-Dije con tristeza. 

Mi madre al oír eso y ver la cara de preocupación que tenia se sentó a mi lado y me acarició el pelo, mientras me decía:

 -Oh, mi niña todas en esta vida vamos a tener que dar el paso aun no lo entenderás pero cuando seas mayor estoy segura de que comprenderás porqué hago esto, lo hago por tu bien Alicia para que seas una persona honrada y que no te falte de nada- 

-Pero, madre es muy apresurado todo- 

-Deja de quejarte Alicia las niñas no hacen eso-

 Siempre que decía las niñas no hacen eso o no hacen aquello, sentía una impotencia ¿Por qué si soy niña no puedo hacer cosas normales? ¿Acaso las niñas son tontas? Salí sin dirigirle la mirada a mi madre cabizbaja mirando a mi lindo vestido azul que había cosido mi abuela con todo su cariño, recuerdo que ella me decía no dejes que nadie te diga cosas que no quieres oír haz lo que tu quieras nadie manda en ti, salí fuera y vi al señor poster como siempre sentado debajo de aquel árbol tan siniestro, nose pero aquel árbol me daba una sensación de pánico cada vez que pasaba por hay.

-Buen día señor poste-dijo mi madre.

 -Buen día señora dallen-

 Mi madre me dio un pequeño empujoncito en la espalda mientras me dijo: 

-Vamos, Alicia es de mala educación no saludar-Dijo entre risillas. Yo qué más podía hacer no quería ni saludar pues me sentía frustrada, pues me iban a casar con alguien mas mayor que yo, el señor poster que digamos tenía 21 años y yo tan solo tenia 16 ¿a esa edad no se supone que tienes que estar viviendo tu adolescencia?-

 -Hola, señor poster, ¿Qué tal le fue el día?-

 -Me enorgullece que lo preguntes, me fue realmente bien-Dijo con una risa en su rostro. Bueno, entonces esto es lo que me esperaba casarme y ser como mi madre, una cuarentona amargada y sin tiempo libre.

 -Alicia ya estas en tus nubes-

Siempre decía mi madre cuando me sumergía en mis pensamientos.

 -Bueno, querida ven y divierte mientras hablo con el señor poster- Vi cómo el señor poster y mi madre me dejaron sola, comencé a caminar cerca de unos árboles cuando debajo de aquel árbol tan tétrico aparece un conejo algo raro iba vestido de persona con un traje muy raro, no paraba de gritar:

 -LA HORA!!!- 

-Quién eres ¿Cómo es que estas hablando?-

 -¡¡¡LA HORA!!!¡¡¡ El REY!!!-Dijo mientras corría descontroladamente hacia el tétrico árbol. -¡¡Espera!!- dije mientras corría hacia el.

Continuará...