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"El inocente infante se siente olvidado, demasiado tímido para confesar, presenciando en vida el pecado, deseando a su corazón expresar".
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_ Cuídense mucho, no se detengan en el camino _ Julie sonaba seria y triste cuando menciono eso, pero aún así mantuvo una ligera sonrisa en sus labios rosas. La rubia se inclino para alcanzar una de las ventanas del carro, mirando con algo de preocupación a las dos personas que estaban arriba de el. Desde adentro, Wally comenzó a encender el vehículo para ya marcharse junto con su hijo. Dio un último vistazo a su esposa, tomando con delicadeza uno de sus mechones de oro y besarle con ternura.
_ Estaremos bien ¿no es así Alan? _ El peliazul sonrió suavemente mirando a su copiloto. Quien está vez ya no está tan sucio como de costumbre, se veía mucho más limpio con su ropa lista para pasear por el pueblo, y con su cabello que bien está vez estaba arreglado. El pequeño manetia un ligero sonrojo bajo sus párpados en señal de emoción mientras asentía fuertemente con la cabeza.
El motor del carro empezó a sonar, haciéndolo temblar por la repentina energía que provocaba. Comenzó a moverse en reversa para salir de la cochera, cuando estaban lo suficientemente afuera comenzaron a irse esta vez atravesando los grandes árboles, dejando atrás la bella casa roja en medio del bosque. Alan se asomo por la ventanilla de auto para mirar a su madre, en cuanto los dos toparon miradas sacudieron un poco sus hombros, temblando así ligeramente las pupilas de ambos. Se despidieron con la mano mientras el auto seguía alejándose entre los gruesos troncos del laberinto que hacían llamar su hogar.
Cuando salieron de las grandes nubes de hojas aparecieron los rayos del sol chocando con delicadeza sobre la camioneta. No pasó mucho tiempo para sentir como las corrientes del aire cochaban contra su cabeza, despeinado ligeramente su cabello con diversión. Wally dio un pequeño vistazo rápido hacia el menor, viendo como este estaba muy cerca de la ventana y estaba arrodillado.
_ Siéntate bien Alan, es peligroso para ti _ Dijo cantando un poco, esta vez concentrado en el camino que estaba enfrente de él. Tenía que asegurase de no hacer movimientos bruscos, no quería que algo malo le pasara a uno de sus tesoros.
