Ahora soy Tadano Hitohito

Tohru

Un dragón verde y moribundo se asomaba en el departamento que se encontraba a un lado del mío, era estúpidamente grande, parada en la puerta se asomaba una mujer de pelo salmón.

—Ko-Kobayashi-san— una voz aterradora y llena de dolor hablo

La mujer cuyo nombre era Kobayashi parecía no entender nada de lo que sucedia, estaba congelada y en shock, es normal imagina estar apunto de salir y lo primero que vez al abrir la puerta es un jodido dragón posando enfrente de ti.

Ruidos de pasos se escucharon, cada vez eran más fuertes y finalmente se reveló de dónde provenían, una de las personas que vivía en este edificio corría hacia su departamento, parecía que olvidó algo y va a toda prisa tras ello, ignoraba la total presencia del dragón.

—(Probablemente se oculta con una especie de magia)— pensé

—¿Puedo pasar?— la increíble voz del dragón volvió a sonar, una voz tan fuerte e imponente que podria hacer que te orines en los pantalones, sin embargo la voz tenía un tono tembloroso.

La mujer solo pudo asentir, parecía que no estaba conciente y solo se manejaba de manera automática; de pronto una luz sumamente brillante aprecio y a los pocos segundos se esfumo, el gigantesco dragon había desaparecido y en su lugar está una linda chica completamente desnuda en el suelo.

Cabello rubio y cuernos era lo más llamativo, la chica que se postraba arrodillada frente a la mujer de pelo salmón parecía extremadamente débil, de un momento a otro comenzó a toser sangre, se notaba que estaba cerca de la muerte, pues en la espalda y el abdomen tenía heridas bastante notables.

—Espera— hable en un tono fuerte

Ambas voltearon a verme, había captado su atención.

—Pude ver al dragón ¿Yo también puedo pasar?— dije tratando de sonar impactado, realmente no lo estaba, quiero decir, hace unos momentos fui a ver a dios y me había arrancado un brazo

—Patetico y débil humano, ¿cómo has logrado verme?— hablo la chica, quizo sonar amenazante pero parecía que cada frase que soltaba le causaba un sufrimiento indescriptible

—Es una larga historia, pero creo que puedo ayudarte, por favor déjame intentarlo— le respondí

La mujer seguía impactada por lo que no puso ninguna resistencia ante mi petición, la chica dragón acepto de mala gana.

Los tres entramos al departamento, la rubia lo hizo casi arrastrando su cuerpo.

Por fin nos encontramos reunidos todos, un enorme y siniestro silencio reinaba en el lugar, hasta que por fin algo se escucho,

—Umm, ¿disculpa, nos hemos visto en algún lugar?— con voz temblorosa la mujer se dirigió al dragón

—Dejame refrescarte la memoria

La rubia comenzó a contar la historia, resulta que ellas dos se habían encontrado ayer en una especie de montaña, kobayashi había evitado que el dragón sufriera una lenta y extremadamente dolorosa muerte al retirar una espada que estaba incrustada en ella, supongo que al sacarla evitó que sufriera más, sin embargo aquellas heridas iban a terminar de hacer el trabajo así que le ofreció pasar sus últimos momentos en su hogar para que no pereciera sola.

—¿Recuerdas algo de eso?— le pregunté a kobayashi

Ella se tomó la cabeza mientras intentaba pensar hasta que de un momento a otro soltó un grito

—EL SUEÑO!!!— se freno en seco pero continuo — recuerdo haber tenido un extraño sueño anoche, pensé que el alcohol me había hecho alucinar

—Lo entiendo bebiste demasiado y por ese motivo no logras recordár algo