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Una de las cosas más difíciles para las personas suele ser el afrontar situaciones, el simple hecho de afrontar algo es motivo de nervios o ansiedad.

Riko ahora mismo se encontraba afrontando una situación complicada.

Era una persona racional y analítica, así que decidió tomar la situación con las pinzas, necesitaba estar segura al cien por ciento.

El primer pensamiento sobre la actual situación en la que se encontraba Riko fue el asumir que esto era un problema, la pelirroja solo encontraba problemas y más problemas mientras más lo pensaba.

Pronto las emociones comenzaron a invadirla, se sentía frustrada consigo misma, también molesta e incrédula, incluso llego a pensar que todo era un malentendido y negó todo a sí misma. El resultado seguía siendo el mismo, lo cual hacía que la pelirroja volviera a sentirse frustrada, haciéndola entrar en un ciclo sin fin.

Después llego la culpa, Riko se sentía culpable ¿Con qué? Ni ella misma lo sabía con exactitud, pero el sentimiento de que estaba haciendo algo malo la hizo sentir esa culpa.

La pelirroja desearía poder tener tiempo y calma para analizar (aún más) la situación, pero tenía deberes que cumplir. Actualmente, se encontraba mirando fijamente la pizarra mientras su maestra de composición hablaba, una parte de Riko estaba concentrada en la clase, pero otra parte (que cada vez se hacía más grande) estaba desviando su atención.

Afortunadamente, la maestra les dio permiso de salir antes de clase debido a que ya no había más para explicar. Riko se enteró al ver como todos sus compañeros comenzaban a dejar el aula, rápidamente tomo sus cosas y se fue.

Después de la culpa llego el arrepentimiento, Riko era consciente de sí misma y que cosas estaban bien para ella y que cosas no, sin embargo, él ¿Por qué? Era la pregunta que más rondaba en la mente de Riko el solo hecho de pensar en la posibilidad la hacía arrepentirse enormemente.

El toque de una mano sobre su hombro devolvió a Riko a la realidad, Hanamaru estaba a su lado mirándola preocupada "¿Riko-San estás bien Zura?" Pregunto la castaña en un tono suave y preocupado.

Riko miro a Hanamaru, Hanamaru era linda, no era nada nuevo para Riko pensar eso, después de todo la castaña de ojos color miel era... Bueno, era linda, Riko era consciente de sus gustos después de todo "Estoy bien, solo un poco cansada" respondió la pelirroja con una leve sonrisa "No te preocupes, estaré bien".

Hanamaru asintió "Ya veo... ¿Acabaste clases temprano?"

Riko asintió en respuesta, después de eso llego el silencio, era algo incómodo, pero afortunadamente Hanamaru era más sociable que Riko "Yo igual, ¿Quieres ir a tomar algo?" Pregunto. Riko acepto ya que algo de distracción con un amigo la ayudaría a no pensar de nuevo en toda la situación que la estaba acomplejando.

Optaron por ir a la cafetería en común, el lugar le recordaba a Riko la situación en la que estaba, pero no dijo nada, no quería levantar sospechas. Las dos chicas pidieron su orden y se sentaron en una mesa comenzando a platicar.

Era una plática sin ningún rumbo, solo hablaban de como había sido su día y de cualquier cosa que se les ocurriese. Al inicio Riko prestaba total atención y participaba en la conversación, pero conforme pasaba el tiempo su atención comenzó a ir a su problema en cuestión.

La pelirroja dejó de participar en la conversación y dejaba que Hanamaru hablara, Riko estaba lo suficiente mente consciente para dar respuestas cortas cada que Hanamaru dejaba de hablar para no parecer grosera por estarla ignorando.

Hanamaru dejo de hablar y miro a Riko "No has tocado tu café Zura" índico con una sonrisa incómoda, Riko se dio cuenta y rápidamente comenzó a beber un poco de su café, sus mejillas estaban rojas de vergüenza, la habían atrapado.

¡NO SOY PASIVA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora