Cuarta noche; Desesperación.

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  11:00 p.m

-Buenas noches cariño.

-Buenas noches.

Hasta este momento su madre no lo ah notado, últimamente sus ojeras han sido cubiertas por una capa de corrector.

Sí, Harry había acudido al maquillaje.

2:00 a.m

Su vacío empezó al llegar otra vez sus ojos picaban con lágrimas a punto de salir, insultos por doquier, pero ya no eran más voces, todas se habían silenciado.

Al entender esto paró de llorar abruptamente, ¿qué demonios está pasando?

Volvió al baño, su "secreto" seguía ahí esperando por él.

Nada.

Se miró al espejo por minutos.

Nada

3:00 a.m

"Me extrañas pequeña mierda?"

Esa maldita voz, Harry decidió quedarse callado.

"Sigues igual de gordo, ¿no has hecho lo que te dije? Maldito marrano, por eso él te dejó. ¿Te acuerdas con quién se fue? Sí, Liam si está delgado, ese hermoso cuerpo y tú basura, sigues igual."

-¡Basta!

"¡No grites! tú mamá te va a escuchar, y por fin se va a dar cuenta de lo loco que estás."

-¿Quién eres?

Está vez susurró, evitando que su voz traspasará la pared.

" Qué te importa, simplemente haz caso y ya. "

-Si te hago caso... ¿me dirás tu nombre?

"Haz dos rayas y si niño te diré mi nombre"

Cómo acto seguido, su brazo recibió esa caricia letal.

Harry sacudió sus rizos, suspiró y se tiró a su cama.

"Soy L..."

Todo se desvaneció, quedándose dormido.
-
Esto es un relato real, no lo intentes en casa y acude a alguien, no te quedes callado.

La depresión no es un juego.

𝕾𝖙𝖗𝖔𝖓𝖌 𝕮𝖗𝖎𝖘𝖎𝖘 | 𝖑.𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora