★ 1 ☆

232 34 8
                                    

El sonido de mi alarma me despertó, las cinco con treinta de la mañana, el sol ni siquiera salía y la fría brisa de la madrugada me provocó un escalofrío, si fuera mi propia decisión seguiría durmiendo entre mis cómodas sábanas pero ese no es el c...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sonido de mi alarma me despertó, las cinco con treinta de la mañana, el sol ni siquiera salía y la fría brisa de la madrugada me provocó un escalofrío, si fuera mi propia decisión seguiría durmiendo entre mis cómodas sábanas pero ese no es el caso, tengo que ir a la escuela. Me levanté de la cama para estirarme un poco, mis articulaciones crujieron haciendo que una sensación de relajación invadiera todo mi ser.

Tomo mi teléfono en mano y me encamine al baño, revise un par de mensajes que tenia de mis padres, puse música y lo deje sobre una pequeña repisa que había. Comencé a desvestirme, mi cabello es de un negro bastante oscuro, mis ojos igual, pero aquellas ojeras que simplemente no desaparecen son más bien rojas, me estaba observando de pies a cabeza frente al espejo, mi cuerpo es delgado, más no débil, los huesos de mis clavículas se marcan y un par de cicatrices se ven por toda mi pálida piel, es absurdo.

Soy un fork, una subdivisión de los humanos que más bien parecen zombies, ¿cuál es el punto de anhelar consumir a otro ser humano?, a un cake, las personas me tienen miedo, no se acercan por miedo a que los ataque, pero no soy un maldito animal, soy un ser humano más, me daba rabia recordar todo lo que tengo que pasar por culpa de esta mierda, en mi familia nunca hubo algún tipo de manifestación, ¿Por qué yo?.

Antes de tener alguna crisis, decidí ducharme, el agua estaba tibia eso relajo mis músculos aunque escuchar aquellas canciones me ponían alegre. Sin dudar mucho solo tome mi uniforme, una camisa blanca que tenía bordado el escudo de la escuela, pantalones de vestir negros, una corbata roja con líneas azules, y por último una sudadera negra, esto último ni siquiera es parte del uniforme pero me gusta usarla. Es más que obvio que todo lo uso más grande de lo que debería, pero es más cómodo así.

Salí de casa sin tomar el desayuno, o si quiera café pero es más que nada porque nunca siento hambre, solo como para no morir, nada tiene sabor en mi boca, nada es agradable, nada se me antoja, se más o menos como son los sabores en base a lo que mi madre me explicaba, pero es complicado, como se supone que sepa cuál es el sabor cuando nunca lo probé.

La miel es dulce, Ivancito.

Dijo ella mientras me servía un par de hot cakes, tenía unos seis años en ese momento, recuerdo que mi madre tenía esa sonrisa amable y mirada cariñosa, pero en el fondo se que estaba aterrada, estaba aterrada de que yo me volviera un monstruo. Suspire al recordar ese momento, pero decidí ignorarlo, la escuela no quedaba muy lejos de casa así que caminar era mi actividad física, seguía siendo muy temprano, los rayos de sol deberían estar asomándose, pero en vez de eso solo podía apreciar las nubes grises en el cielo.

A través de mis audífonos sonaba una melodía conocida, sonreí ligeramente y sin decir nada seguí caminando, honestamente quiero que llueva, quiero que este día sea tan melancólico como sea posible, ya que hoy cumplo 3 años de estar viviendo solo, mis padres son un poco hijos de puta si lo pienso bien, dejaron a un idiota de trece años viviendo solo, ahora tengo dieciséis y puedo cuidarme pero aún así, un poco mierda fueron con su decisión.

Cuando llegue a mi salón, no había nadie, no me sorprendía, me recosté en la mesa esperando a que el tiempo pasara, pero las cosas no podían salir tan bien, claro que no, menos para un fork como yo, que era el único que quedaba en los de tercer año, todos los demás se habían ido a escuela especiales, por mi parte mis padres se negaron a cambiarme de instituto.
Sentí como mi cabello fue jalado con fuerza para que me sentara, abrí mis ojos y pude observar aquellos rubios cabellos a mi lado, mire al frente en dónde se encontraba el escritorio del profesor y lamentablemente no se encontraba todavía ahí.

—¡Iván!—. dijo con una sonrisa y ese falso tono amable

—¿Qué mierda quieres Matías?, ¿no tienes a quien mas romperles las pelotas? .

No soportaba al pibe, creia que le tendría miedo pero no es así, solo no lo toco por ser un cake, antes de poder decir algo más o escapar al baño sentí como me empujó la cabeza, mi rostro se azoto contra la mesa y sentí como la sangre comenzaba a bajar por mi nariz. Apreté los puños con fuerza para controlar mi ira, no puedo ponerle un dedo encima, ni a él ni a nadie.

—¿Qué pasa Ivancito?, ¿ya no puedes hablar? .

Evite contestar, habían otros tres chicos que prácticamente lo seguían a todos lados, los mire de reojo, ellos son personas normales.

—¡te estoy hablando!, ¿eres sordo acaso?.

—Tengo los auriculares puestos, ¿Qué mierda quieres que haga? Tu voz es tan insoportable que prefiero solo ignorarla .

Antes de poder seguir hablando, uno de los chicos me dio un puñetazo en el rostro, como pude me los saque de encima y me fui al baño, no podía con la ira que había adentro de mi, sabía que era tonto pero solo pude golpear la pared para evitar que algo más pasará, para evitar descontrolarme. Me mire al espejo y la estúpida sangre había manchado mi camisa, suspire y tome un poco de papel de baño, sorprendentemente mi escuela si que tenía papel en los baños.

Me limpie la cara con un poco de agua y salí de ahí, a pesar de todo tenía mis clases, ya he estudiado tanto como para que por culpa de un estúpido rubio me expulsen, no quiero repetir año o algo así, solo quiero irme ya de este instituto. El salón está vez estaba lleno, solo faltaba el profesor, aunque un par de minutos después entro al salón.

Buenos días chicos, necesito que me entreguen sus tareas.

Las clases fueron bastante aburridas, el cielo estaba cada vez más oscuro pero seguía sin caer una sola gota de agua, era hora del descanso por lo que sin dudarlo me levanté de mi silla para salir del salón.

Iván, ¿puedes venir un momento?

El profesor me llamo, me acerque a su escritorio y solo me tendió una carpeta, supuse que talvez solo era un trabajo más o alguna tonta regla más que la institución me puso, finalmente salí del salón, la cafetería estaba llena así que Salí de la misma, camine hacia una cancha de basquetbol que había en la escuela ya que ahí había un par de máquinas expendedoras, compré unos doritos y un jugo de uva. 

A pesar de que la cafetería existe, en la escuela había una especie de habitación en dónde los forks podían estar, actualmente solo estoy yo ahí, aunque lo habíamos arreglado para que fuera mucho mas cómodo, entre a dicho salón en dónde habían un par de sillones, un colchón en el piso con varias almohadas, una mesa de billar y una televisión.

Me tumbe en el colchón para descansar un poco mi espalda, tome la carpeta que me había dado el profesor  y comencé a leer lo que había en dicho documento, hablaba sobre un nuevo estudiante, el problema es que era un cake, siempre me dieron información sobre los cakes para que los evitará lo más que pudiera.

Rodrigo carrera

Había un poco de su información pero por alguna razón no había una fotografía, era la primera vez que algo así pasaba, sin embargo me da mas bien igual, rara vez me acerco a las personas entonces no me preocupo por algo así. Tire la carpeta por algún lugar del salón y me dispuse a ver un serie en la televisión, a pesar de odiar ser un fork estos pequeños privilegios hacen que sea más fácil sobrellevar las cosas.

Las clases iban a comenzar de nuevo así que salí de dicha habitación para ir a mi salón, aunque en el camino un par de compañeras hablaban sobre dos alumnos nuevos. Supongo que uno de ellos debe ser Rodrigo y el segundo debe ser algún chico al azar.

—Dicen que es un fork, pero es un poco bajito para eso.

—¿Qué quieres decir?

—Ya sabes, le hizo frente a Matías y a otros cakes, se hizo un desastre en la cafetería.

—Eso me pasa por ir a ver a mi novio en vez de estar con ustedes —. Se quejo la chica

Así que hay otro fork, de ellos si que ni me avisan, pero es raro que un fork entre a una institución como está, me da curiosidad. Ignore la conversación que seguía entre aquellas chicas y entre al salón de clases.

—Un tal Rodrigo y otro fork —. Murmure —. Será divertido

el cap 1, menos choto pero después va mejorando lo juro, hace mucho que no escribo en primera persona así que perdón si no es lo mejor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

el cap 1, menos choto pero después va mejorando lo juro, hace mucho que no escribo en primera persona así que perdón si no es lo mejor.

pd. estoy corrigiendo los capítulos también para recordar un poco mi idea original ya que he estado muy ocupada con la uni, perdonenme.

𝗦𝘁𝗿𝗮𝘄𝗯𝗲𝗿𝗿𝘆 𝗣𝗶𝗲  |   𝘙𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora