Fue una tarde de domingo cuando Jimmy miró el buzón de su casa.
El viernes había estado muy bien, sorprendentemente. Se juntaron los cuatro chicos en casa de Jennie y lograron ponerse de acuerdo sobre cómo iban a repartir las actividades del proyecto. Pero lo que Jimmy más agradeció, fue que no hicieron esa junta como pretexto para echar relajo y tratar de socializar, si no que fue... bastante serio y al punto, pero no aburrido. Aunque el pelinegro no habló mucho, logró sentirse incluido y cómodo con ellos. Jamás lo obligaron a hablar si no lo quería, ni hicieron bromas; fueron bastante amables, incluso la madre de Jennie los invitó a quedarse a cenar y Jimmy se sintió muy bien, hasta llegó a casa con una sonrisa. Se sintió bastante simple por ello.
Así que, luego de haber tenido un fin de semana tranquilo y de haber pasado el sábado practicando con su guitarra, solo imagina la cara que puso cuando encontró un ramo de rosas aplastadas junto con una carta metidas en su buzón.
Jimmy frunció el ceño y miró hacia su casa, pensando que tal vez eran para su madre, pero ¿de quién? Obviamente de algún pretendiente psicópata, pero no creía que su madre fuera infiel a su padre o algo así. Con curiosidad tomó la carta, envuelto en un sobre blanco y miró que decía Para Jimmy escrita en una caligrafía muy cursi. El chico frunció el ceño, creyendo que esto era una broma de mal gusto y abrió el sobre, encontrándose con una estúpida tarjeta con corazones y que tenía escrito detrás En el momento en que vi estas bellas flores, no pude pensar en nada más que en ti. Son solo un humilde regalo para la persona más hermosa que han presenciado mis ojos. James estaba absolutamente sin palabras, su rostro se puso rojo, pero en una mezcla de ira y vergüenza al recibir tal regalo como si fuera una mujer tratando de ser cortejada. Miró hacia los lados, asegurándose de que nadie estuviera a la vista y sacó el ramo de flores (que de hecho, tenía que admitir que era muy bonito) y lo arrojó al bote de basura, antes de entrar a su casa, tomar una caja de cerillos y prenderle fuego a la carta.
Ni siquiera tenía que pensar mucho para saber que eran de Robert, porque no había nadie más idiota que él en esta tierra.
Dio gracias al cielo que fue a él mismo a quien se le ocurrió revisar el buzón y no a sus padres, porque hubiera sido muy bochornoso. ¡¿Qué mierda le pasaba por la cabeza a ese hombre?!
La sangre seguía acumulada en sus mejillas y sus manos temblaban al solo pensar en tal cosa. Subió a su habitación y se tiró de barriga en su cama, aguantando la respiración, con la cara enterrada en una almohada.
No podía esperar a verlo para darle una paliza.
* * *
Pero no contaba con que su deseo se cumpliría tan pronto, porque ese mismo día, lo vio. Y lo peor del asunto, es que esta vez fue en su casa.
Fue como si algún ser divino lo llevara literalmente a su puerta. Junto con... otras 15 personas más.
La cara de horror que puso Jimmy al bajar las escaleras y encontrarse con un montón de gente en la sala de su casa no tenía precio. La puerta del patio estaba abierta, permitiendo entrar toda la luz y ahí estaba Robert, hablando con su madre... ¡¿Por qué estaba hablando con su madre?!
Jimmy sintió pánico, la sangre volviéndose fría en sus venas y pensó seriamente en huir del país. Bueno, si había sido capaz de dejar flores en su buzón, también lo creía bastante capaz de contarle a su madre acerca los besos que compartieron cerca de los basureros esa noche.
No sabía que hacer, su corazón latía muy rápido y le sudaban las manos mientras pensaba sobre si acercarse y evitar cualquier blasfemia que pudiera salir de la boca del rubio o simplemente escapar de su casa y no volver hasta dentro de un mes. Pero cualquier plan que estuviera analizando, fue arruinado cuando sintió un tosco agarre en su cuello, un brazo fuerte tomándolo en un saludo de compinche y Jimmy dio un salto del susto.
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Black Dog
FanfictionJimmy conoce a su nuevo vecino (Robert, un chico bastante idiota e insoportable a su parecer), el cuál lo hostiga sin razón, usándolo como algo para pasar el tiempo y lo cuál tiene a Jimmy fastidiado y harto, pero por alguna razón también intrigado...