𝐴 𝑀𝑎𝑛 𝑊𝑖𝑡𝒉𝑜𝑢𝑡 𝐿𝑜𝑣𝑒 ▬▬▬ 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗢'𝗵𝗮𝗿𝗮

o. ¿estas bien?

"10 años atrás"

Era 2013, un lunes de junio. Pronto acababan las clases y todos estaban entusiasmados para llegara el verano.

La gente ya estaba preparando sus vacaciones, todos menos uno.

Miguel O'hara.

El típico chico listo pero nerd que el resto ignoraba. Excepto su hermano Gabriel; un jugador de fútbol americano; y su mejor amigo; otro nerd como él.

Miguel también quería irse de viaje como los demás, pero al tener escasa economía no podía permitirselo.

Lo mejor era seguir su vida rutinaria y ser un buen estudiante para sacar a su familia adelante en un futuro.

El chico se encontraba yendo caminando hacia su universidad, que por suerte no estaba tan lejos. Por otro lado, Gabriel se había ido con sus amigos del equipo de futbol americano. Los típicos chicos ricos que no soportaban a la gente que tenían menos dinero que ellos. Miguel seguía sin entender cómo las personas de esa clase se relacionaban con su hermano, pero cuando vio que Gabriel se dirigía a una de esas casas ricas y  el Lamborghini de los otros se detenía ahí mismo, lo entendió.

Había mentido a sus "amigos" de que él también era uno de ellos y fingió que esa era su casa, por eso lo habían recogido allí, por que él se lo había pedido.

Pero ese era su problema, no el de Miguel, es mejor estar alejado de ese tipo de gente. Era más seguro.

Apartando esos pensamientos, entró por las puertas de la universidad e ignoró todas las miradas que le echaban los estudiantes, la mayoría eran de asco y otros de indiferencia. Él ya estaba acostumbrado.

Sacó sus cosas de su mochila y las empezó a guardar en su taquilla, y seguiría haciendo si no fuera porque uno de los populares decidió estamparle la puerta de la taquilla en la cara.

—Pero mirad quien anda por aquí, si es listillo de Miguel O'hara.— empezó a decir Flash Thompson, era el que más le molestaba y vacilaba al pobre chico.

—Dejame en paz Flash, no estoy de humor para tus tonterías.— respondió el Miguel sin pensar.

Al parecer eso enfureció más al rubio, por lo que arrugó su entrecejo y lo miró detenidamente.

—¿Que acabas de decir pedazo de capullo?— se rió como un loco y le quitó las gafas de un manotazo. Seguidamente se las puso y comenzó a "imitar" a O'hara.— 'Hola, soy Miguel O'hara y soy super listo'

No hacia nada de gracias, es más, nadie se reía por eso, excepto sus amigos. Tenían una risa bastante falsa.

—¿A quien se supone que estás imitando, Flash?— preguntó alguien por detrás del grupo de matones.

Los presentes miraron atrás y se fijaron en que la chica que había hablado no era ni más ni menos que Juliette Berkshire. La chica de los sueños de todo hombre y además hija del gran empresario Matheus Berkshire.

—¡Juliette! ¡¿Que haces aquí nena?!— gritó con tono coqueto, apoyando su codo en una de las taquillas.

—No me vuelvas a llamar así, dirígete a mí por mi apellido, Thompson.— lo señaló autoritaria la chica.

—S-si, claro.—

—¿Otra vez molestando a la gente?—

—Si, ya sabes. Uno tiene que mantener su reputación.— se rió, como si eso no fuera suficiente para que la fémina explotara.

—Pues mantenla sin tocar las narices a personas que no les importas, osea a nadie. No tienen que soportar tu actitud de niño pequeño. Primero madura y luego haces lo que te dé la gana.— por fin alguien que lo pone en su sitio. Los alumnos e incluso los profesores estaban hartos de él.

—¡Oye, quien te cre..!— sujetó la mano de Juliette; que ya se estaba yendo; pero antes de que éste terminara de hablar la fémina se giró y le puso el codo en la parte delantera del suyo, impulsandolo hacia abajo, soltandose de su agarre.

—No me vuelvas a tocar con tus asquerosas manos, idiota.— escupió con agresividad.— Vete antes de que contacte a mi padre y haga que te eche de la universidad.

Flash y su grupo, acojonados con la presencia y el aura que desprendía Juliette, se alejaron rápidamente de ese pasillo.

Y el resto, solo tardaron un par de minutos en volver a lo suyo.

—¿Estas bien?— le preguntó más tranquila a Miguel.

—Si, estoy perfectamente. No te preocupes.— murmuró el chico en voz baja.

O'hara volvió con lo suyo, cerrando la puerta de la taquilla y mirando de nuevo a Juliette. En eso sonó el timbre que daba inicio a las clases.

—Si tienes otro problema con Flash puedes pedirme ayuda, estaré encantada de hacerlo.— sonríe dulcemente.

—¿S-seguro?— se sonrojó.

—Por supuesto, no lo dudes. Ahora me voy, no quiero llegar tarde a clases. Adiós Miguel.— y se fue.

El se le quedó mirando, como se iba a su aula correspondiente. Dio un suspiro y sonrió. Era realmente hermosa, la chica de sus sueños. Había estado enamorado de ella desde que entró a la universidad. Ya dos años habían pasado desde eso.

Era la persona más buena y amable de toda la ciudad. Y él diría que de todo el mundo. Siempre defendía a quien pudiera y era maja con todos.

Nunca había entablado una conversación con ella hasta ahora, y no de las mejores maneras. Pero algo era algo.

Le encantaba su pelo liso, castaño y largo, con sus ojos verdes y sus labios carnosos. En estos momentos llevaba puesto una minifalda pegada vaquera, un niqui azul marino pegado con dibujos; tanto que se le notaban los pechos; a parte tenía un escote bastante pronunciado, un bolso con una estrella en el medio y tacones de Dior con poca punta.

Juliette ni solo era bonita y rica, también trabajaba como modelo para algunas marcas como Dior, Victoria Secret, Valenciaga y demás. Y encima, era hija del gran Matheus Berkshire, el empresario más rico de todo Nueva York.

No sabía cuanto tiempo estuvo embobado mirándola, pero cuando recapacitó y salió de su trance nadie se encontraba en los pasillos. Rápido, corrió hasta su clase y dejó de lado sus pensamientos románticos hacía la chica.