Capitulo 9

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Pov. Narradora

Aiger: ¿Qué? ¿Valt se fue?

Rantaro:—asintiendo con la cabeza—no se sabe cuando vaya a regresar

Al no ver al Aoi por los pasillos, y sin enterarse de su retiro temporal, varios se preguntaban en dónde podría estar; entre ellos, el par de amigos que ayudaron hace un tiempo atrás.

Ranjiro: ¿Y eso, por qué?

Rantaro: asuntos familiares, es lo único que les puedo decir, chicos

Aiger: mientras no sea el asunto de la Anemia, todo en orden—bromeó, sin intensión de ofender, pero, al ver la expresión en el rostro del rubio mayor, se arrepintió de haber dicho lo anterior—ehh..solo, solo estaba bromeando—colocó su mano detrás de su nuca, con una sonrisa nerviosa—

Rantaro: esto, es algo serio—dió media vuelta, y se dirigió a su equipo con los menores—

Quedaron ahí, parados; sospechaban de que, la broma del cabello granate, no era un simple chiste.

Ranjiro: oye, Aiger—el más chico, lo miró—y sí..¿Realmente, alguien más..cayó en eso?

Aiger: no creo que Toko vaya a caer dos veces

Ranjiro: no hablo de Toko—sus palabras, lo dejaron pensando—

En Canadá

El joven Aoi finalmente llegó a la ciudad de Toronto, lugar donde estaba sus hermanos. Guiándose de Google maps, ubicó el hospital al que estaría internada su hermana menor.

Valt: disculpe—detuvo a una enfermera—¿Sabe dónde está la paciente Nika Aoi?

Enfermera: ¿Quién la busca?—lo mira bien—oh, ya sé quién es, es Valt Aoi, ¿Cierto?—asintió el contrario—está en la habitación 105, aquí derecho

Valt: muchas gracias

Caminó por los pasillos, el ambiente era tenso y frío a la vez. Algunas personas murmuraban sobre el chico, lo reconocían, sabían perfectamente que era Valt Aoi. Éste no le dió importancia, lo único que quería, era llegar a su puerta.

La encontró pasando un par de minutos. Quizo tocar la puerta, pero le temblaba la mano de los nervios. Lo hizo y abrió la puerta del cuarto.

Nika: ¡Valt!—mencionó la chica emocionada—

W/T: ¡¿Valt?!—dijeron ambos hermanos con sorpresa y algo de desesperación—

Valt: hola..—saludó no muy alegre—¿Cómo estás, Nika?—se acercó, entregándole unas cuantas flores—¿Cómo te sientes?

Nika: me siento mejor ahora que estás aquí, gracias por el detalle—estaba muy sonriente, hasta que vió a sus tres hermanos—

El cuarto era un lugar bastante pesado, su ambiente los ponía incómodos a los tres. Nika sintió un escalofrío escalando por su columna. Las miradas que se lanzaban, eran de molestia absoluta.

Valt: Toko, ¿Puedo hablar contigo? A solas..

Tragó en seco, el menor asintió sin decir nada, y simplemente salieron de la habitación. Ambas mujeres no sabían que decir ante tal comportamiento. Ya estando afuera, el menor se recargó en la pared del edificio.

Valt: dime una cosa..—su hermano se negaba a darle la mirada—¿Por qué no me dijiste nada? Si hace tiempo que Nika está aquí..¿Por qué me lo ocultaste?

Toko: porque no ibas a venir de todos modos—dijo, aún sin verlo—eres alguien muy ocupado, y no siempre estás disponible

Valt: desde ese día, yo dije que estaría al pendiente de todos ustedes, y así fue hasta ahora..

Toko: ¿Entonces por qué no nos visitabas? Nika añoraba que vinieras a visitarnos al menos una vez al mes o al año, y yo también..

Valt:...¿Me tienes rencor?—finalmente, preguntó—contestame, Toko..¿Me odias?

Toko: no..no..no te odio, solo..—no hallaba las palabras correctas—no quiero molestar..

Valt: intenté sacar al menos una semana libre para ir a verlos a todos ustedes, pero nunca se me cumplió..en serio, lo intenté mu-

Toko: ¡Pues no importa que lo hayas intentado si no lo cumpliste!—aquellas palabras, le llegaron al corazón al mayor—tú solo intentas, pero no haces...yo te esperé varios días cuando yo estuve internado..y tardaste..y te volviste a ir..

Valt: te pedí perdón aquella vez y dijiste que si

Toko: lo dije con la boca, no con el corazón...Valt, no te he perdonado..

Después de esas palabras, la mirada del peli azul se sombreó, y con la misma se adentró al hospital. El menor se quedó ahí, paralizado ante las palabras que salieron de su boca sin haberlo pesando. Hirió a su hermano mayor, quien hizo mucho por él, y así le agradece.

Regresó con su hermana. Ahí estaba él, sin mirarlo a él ni a nadie. Wendy lo fulminó con la mirada, pidiendo explicaciones ante la reacción de su hermano Valt. Toko no quizo darle explicaciones de nada, solo se sentó al otro extremo de la habitación.

Wendy: a ver, ¿Qué pasó allá afuera?

V/T: nada que te interese—ambos respondieron con su voz apagada—

Wendy: que groseros—cruzándose de brazos—.

Reinó en la habitación, un profundo y nada cómodo, silencio. Cada vez, se hacía más fría y lo único que se podía escuchar por el eco, era las respiraciones de todos.

Era la hora de uno de los medicamentos de la menor; una enfermera entró al cuarto, y lo primero que sintió, fue un tremendo escalofrío en al espalda.

Enfermera: mm..¿Todo en orden aquí, muchachos?—asintieron con sus cabezas—

Un teléfono celular comenzó a vibrar, el dueño vió de quién se trataba, y se disculpó para poder salir.

Llamada

Valt: ¿Hola?

Aiger: hola, Valt

Valt: hola, Aiger—intentó sonar normal—¿Cómo va todo por allá?

Aiger: si, he..bien, creo..—hizo una ligera pausa—oye..¿Todo bien a dónde fuiste?

Valt: estem..si..—ese "si" sonó bastante dudoso—

Aiger: no me mientas, sabes que puedes decirme

Valt: ¿Por qué tanto el interés?

Aiger: no, por nada, solo me preocupo

Valt:—suspiró—escucha, solo te lo diré a tí porque estuviste ahí aquella vez

Aiger: ¿Qué quieres decir?

Valt: está vez, se trata de Nika—no hubo respuesta—Aiger, procura que lo demás esté en orden

Fin de la llamada

Regresó, y todo el resto de día, se la pasaron callados.

¿Anemia? ¿Otra vez?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora