Fuera de Servicio/Violentómetro (NetfisXSeth)

25- El mito de Osiris

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Han pasado los años...

Cobardemente, Seth huyó de sus responsabilidades y se marchó lejos de la ciudad.

Isis mandó a buscarlo por cielo y tierra y, aunque buscaban hasta debajo de las rocas, no pudieron encontrarlo.

Los había abandonado... Por fin, por fin los iba a dejar en paz, eso era algo bueno ¿No?

Neftis al fin sería... Libre, al fin podría ser feliz...

Sin embargo, ella no pudo respirar tranquila después de eso; Pasó muchas noches desvelandose temiendo que él entrase a su habitación por la ventana para volver a violentarla.

Temía que todo fuese un sueño y que, al despertar, siguiese al lado de aquella bestia despiadada.

Así fueron pasando los años, y los años, y los años...

Sin embargo, también hubieron alegrías en su vida que hicieron todo más llevadero.

[...]

Neftis dió a luz a un hermoso niño llamado Anubis, un niño fuerte, sano y feliz.

Anubis creció para ser un muchacho inteligente y un joven apuesto, no muy conversador pero sí muy noble y leal.

Este joven se convirtió en el dios de la momificación, guía de las almas hacia la otra vida y patrón de los muertos, quien juzgaba sus acciones.

Se sentía orgullosa de haberlo visto convertirse en un dios tan importante.

No obstante, ese no fue su único hijo. Tiempo después del nacimiento de Anubis su hermana Sekhmet quedó embarazada y ella dió a luz a una niña llamada Bastet, la diosa de los gatos.

Aunque Sekhmet crió a su hija por unos pocos años, la diosa de la guerra lastimosamente falleció en batalla, dejando sola a Bastet, quedando bajo el mando de Neftis, quién la cuidó como si fuese su hija biológica.

La pérdida fue dolorosa, pero había que salir adelante.

[...]

Tras 20 años saliendo adelante, Neftis creyó que sus heridas por fin podrían ser sanadas.

Pero Seth volvería para seguir causando problemas.

Sí, durante todos esos años que estuvo lejos de Egipto, se dedicó a aliarse con marginados no simpatizantes con Osiris y, luego de hablar con importantes personas, pudo hacerse con un ejército listo para conspirar contra la corona egipcia.

Ese era su gran plan, su gran proyecto: Tomar el trono, convertirse en faraón.

Porque estaba sediento de control y poder...

[...]

Un día Osiris estaba celebrando su cumpleaños en una gran fiesta junto a su mujer, Isis y junto a su hijo, Horus.

La celebración iba relativamente bien hasta que un misterioso hombre se hizo presente anunciando que traía un regalo para el faraón.

Dicho regalo era un sarcófago muy fino hecho de oro y decorado con piedras preciosas, el cual estaba hecho a las medidas exactas de Osiris.

El rey no pudo evitar sentirse tentado a probarlo y decidió meterse adentro.

Sin embargo, apenas ingresó, el autor del regalo cerró el sarcófago y se reveló como Seth, llevándose lejos a su hermano y lanzándolo a un río para que se ahogara.

Isis y Neftis, desesperadas, recorrieron todo el río para encontrarlo, pero cuando Seth supo que buscaban su cuerpo tomó un arma y lo despedazó en 14 pedazos que arrojó por todo Egipto.

Neftis creyó que era el fin, sin embargo Isis no se quedaría de brazos cruzados y se encaminó a buscar las 14 piezas con ayuda de Anubis.

Encontraron casi todo el cuerpo y se dispusieron a coserlo para revivirlo, una vez cosido, el hijo de Neftis lo momificó e Isis pudo traer de vuelta a su marido.

La cosa es que... Osiris ya había muerto una vez y por ende no podía permanecer en el mundo de los vivos.
Su destino ahora era convertirse en el rey del inframundo, en el rey de la Duat, separándose de su familia para siempre.

El dolor que sufrió Isis fue tal que muchos afirman que podías escuchar sus lamentos en cualquier parte del país.

🌠[...]🌠

Horus era el digno heredero al trono y no era justo que Seth quisiera quitárselo, pero el muchacho no era lo suficientemente poderoso para enfrentarse a todo el ejército, era necesario que contase con la ayuda de otros dioses y, sobretodo, con la ayuda de Ra.

Todos contamos con dos nombres; El que conocen los demás y un nombre verdadero. Se cree que aquel que conozca tu nombre verdadero podrá ejercer poder sobre ti.

Si Isis contaba con el verdadero nombre de su padre Ra, entonces podría tomar parte de su poder y entregarsela a Horus para que derrotase a su malvado hermano de una vez por todas.

Neftis temió de las intenciones de su hermana, no estaba segura de lo que ella quería hacer, ni siquiera quería estar involucrada en esto.
Pero la dejó, dejó que hiciese lo que ella planeaba, sabiendo que era lo mejor para todos.

Así, aprovechando que su padre cada vez más viejo babeaba, comenzó a seguirlo y cuando parte de su baba cayó al suelo ella la recogió y mezclándola con tierra moldeó a una serpiente hecha de barro.

Ningún dios tenía el poder suficiente para hacerle daño a Ra, pero una serpiente hecha con parte del propio Ra sí que podría hacerle frente.

Entonces la diosa envió al sucio reptil que mordió el pie de su padre, envenenandolo y causándole una terrible agonía.

En cama, ninguna deidad supo cómo contrarrestar el veneno mientras que el dolor no hacía más que aumentar.

Cuando todos los dioses presentes hicieron lo que estaba en sus manos, Isis aprovechó la ocasión en la que se quedó a solas con su padre para poder negociar con él.

- ¿Qué sucede, padre todopoderoso? -preguntó- ¿Te mordió una de las serpientes que has creado?

- Me mordió una serpiente la cual yo no creé... Siento como un fuego ardiente recorre mis venas y quema mi interior lentamente, no sé cuánto tiempo más pueda aguantar.

- Si me dices tu nombre secreto quizás yo pueda usar mis poderes y curarte.

Ra frunció el ceño, no le gustaba cómo sonaba la propuesta.

- Por la mañana soy Khepri, al mediodía soy Ra y al atardecer soy Atum. He creado el cielo, la tierra, las aguas, los vientos, la luz y la oscuridad.

- Esos nombres los conoce todo el mundo, lo que yo quiero es tu nombre secreto.

- Isis...

- Con tu poder podremos derrotar a Seth. Si me permites conocer tu nombre entonces te liberaré de la agonía.

No tenía otra opción, debía aceptar.

- De acuerdo, pero hay una condición. Los únicos que pueden saber mi nombre son Horus y tú.

- Es un trato.

[...]

Con la bendición de Ra, Horus fue capaz de hacerle frente a su tío y junto a los otros dioses, derrotar a su ejército.

Aunque muchas deidades dieron su vida por la causa.

Ahora que lo tenían entre ellos, Seth estaba listo para recibir un castigo.

Era hora de que fuese juzgado.

Era hora de un juicio.

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Jajdjsdj, no me gustó mucho este cap.