La existencia de una misión imaginaria llevara a que un poderoso y despiadado CEO tenga una historia con una pobre y frágil modelo... ella jamás podrá escapar de él.
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La mayoría de los personajes no me pertenecen a mi, sino a M...
Un pequeño ruido inundo la silenciosa habitación, logrando apenas remover el cuerpo de la mujer. Un vibrar se escucho, proveniente del celular colocado en el buró junto a la cama, dos segundos después se repitió el sonido, logrando al fin que ella se despertara. Estiró su cuerpo, desentumeciendo sus músculos, al mismo tiempo que murmura bajo con vos ronca un par de maldiciones por haber arruinado su sueño el aparato electrónico. Se reacomoda boca arriba haciendo que su cuerpo se destape un poco por la sabana, al mismo tiempo extiende su brazo y toma su teléfono. Con los ojos entrecerrados desbloqueo su pantalla y deslizo el botón verde, respondiendo al instante la llamada.
- ¿Dorado o plata? -preguntaron del otro lado de la línea.
- ¿"Dorado o plata" para qué? -regreso la fémina, confundida y con voz levemente ronca. Con su mano libre tallo sus ojos en un intento de quitarse lo adormilado del cerebro y poder comprender el rumbo de la conversación.
- ¿Cómo que "para qué"? -se notaba un poco de molestia- El color de los accesorios de Dora. -casi se da un golpe con la palma al sentirse lo suficientemente tonta como para no haberlo entendido desde un principio- No me digas que ya lo olvidaste ¿Eh? ___.
- ¿Qué? No, claro que no... -mintió- Dora, sí. -repitió aclarando su mente para responder- Lo pensé mejor y creo que antes de decidir esos pequeños detalles deberíamos cambiar un poco su vestido. -se detiene unos segundos para bostezar, sin prevenir apartar el micrófono de ella, alertando a su acompañante su situación- No me agrada mucho la caída que tiene su falda, tal vez...
- ___ -la llama, interrumpiéndola- ¿Dónde estás? Ya casi llegas al estudio para la cita con tu hermana ¿Verdad?.
- Claro -soltó con tono fingido de indignación, sacando el aire de sus pulmones y provocando un ruido con sus labios al hacerlo para darle más credibilidad- ¿Por quién me tomas, Agatha? Ya casi llego, solo me falta...
- ¡Ni siquiera has salido de tu casa! -le gritó furiosa, resonando su voz por toda la habitación. Una mueca miedosa se formó en la mujer al verse descubierta- ¡No puedo creer lo poco profesional que eres! Veintiocho años, cuatro años en la compañía y aún te comportas como la semana de pasante. Sigo sin entender cómo es que tus padres...
- ...Decidieron heredarme la empresa de modelaje y diseño. -completó sin falseos. Había escuchado al menos unas cien veces ese regaño que para esas alturas ya se lo había aprendido- Ya se Agatha, ya se... -escucha un suspiro proveniente del móvil. Ella se limita a apretar sus labios entre sí mientras reacomoda sus pensamientos. El sueño que había tenido, recordando su pasado con Aubery la había dejado mal- Okay, dame veinte minutos para llegar al edificio y comenzar con el vestido de Dora ¿Bien?.
- Bien... -murmura un poco inconforme su compañera- Pero si no estás allí en el tiempo acordado yo misma te traigo ¿Quedó entendido, ___?.
- Si.
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