Leer es una parte tan importante de mí que por ello dedico estas primeras líneas para responder a las críticas feroces que suelo realizar a mi entorno sobre lo que no considero lectura.
La lectura recoge quienes somos y de donde venimos, nuestras elecciones nos marcarán en momentos, en ideas, en palabras y en historias. Muchos podrán decir que la lectura escogida es el espejo del cómo estamos, y me suscribo, la lectura nos forma puesto que es la única manera de conocer otros mundos y realidades desde la profundidad de sus personajes.
Por ello, la lectura es un aspecto primordial de la cultura, pues enmarca el quienes somos en comunidad -sus amores y desamores, sus tradiciones, sus historias y chascarrillos, sus comidas, sus vidas- y éste a veces se convierte en ese arte que perdura; y el arte no siempre tiene por que ser comprensible, aunque sí debe ser reivindicativo, pero encubierto como la reflexión propia sobre la digestión de la metáfora según el propio pensamiento crítico. Y por tanto critico con la misma intensidad esas lecturas llenas de mensajes masticados para las masas que nos dan servida la opinión impuesta.
Muchos añadieron a esta ecuación el entretenimiento, y debe serlo, pero en ese orden; en un tercer lugar y como punto de cocción perfecta de la obra del autor alcanzando el ansiado podio de lo esperado. Y ahí está mi crítica a esas lecturas fáciles y meramente entretenidas, porque un bestseller o un libro de autoayuda están bien, pero no crean esa cultura del arte de la lectura identitaria, revolucionaria y evolutiva.
Interpretamos nuestra visión del mundo a través de la lectura; y desde el prisma español somos la generación que más lee a pesar de estar a la cola en comprensión lectora. No me sorprende, porque la pregunta no es si leemos sino que leemos y cómo lo hacemos.
Una correcta lectura, en cualquiera de sus estilos literarios, fomenta el pensamiento crítico al permitir conocer otras visiones, realidades y formas de ver la vida. Y ahí es donde se trabaja la sensibilidad y la moral; porque la moral como decía Nietzsche es sensibilidad a la estética de lo bello, de ahí la clara diferencia entre la heroicidad de matar una cucaracha mientras si es de un gatito te convertirá en un asesino en serie.
Y dejo ya el discurso intenso con el que me describo no solo con respecto a la lectura si no en cualquiera de mis pasiones a través de las que trato de comunicar mi verdad. Yo leo porque yo soy, porque hace de mi mundo un lugar de comprensión, un lugar de escape, un lugar donde abrir los ojos y conocer realidades, donde entender el arte de las palabras.
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¿Que y como leemos?
Short StoryColumna Compuesta es un breve artículo semanal sobre aquellas cosas que considero importantes darle voz. En este primer fascículo la lectura, algo que nos une a escritores y lectores en esta app.