Fui al comedor para preparar la comida para SC, saque unos nuevos platos y puse su nombre, una vez que estaba listo lo deje encima de la mesa, los demás niños volvieron a sus habitaciones, o de seguro están en el cuarto de estudio, que raro .. ni siquiera escuché que hablaban por esa caja metálica que está en techo.
Al tener la cocina así vacía era más tranquilo, tampoco termine mi comida, lo acabaré junto a SC, salí del comedor mirando a todos lados, no creo que el quiera venir pero tampoco puedo llevarle nada.
Cada paso que daba resonaba en aquellos pasillos de blancas paredes, doble la última esquina para poder llegar a su habitación pero, caí al piso en ese momento, habían cinco cosas raras , no eran científicos, no traían su bata blanca, estaban vestidos diferente, era un nuevo color, se parece un poco al dibujo del árbol pero no tanto, estaban agarrando algo pero, no parecía que fueras tu, era diferente y más grande, uno de ellos volteó a verme y me señaló, pero, no con la mano, era algo raro, era largo y lo acercó a su ojo lentamente, después escuché un sonido nuevo, me asuste, caí de espaldas mirando fijamente el techo, sentía miedo y dolor, me duele, no puedo moverme, que es esto? Siento que el lugar se pone más frío, escuché unos pasos, solo podía mover los ojos y ver como uno de ellos me miraba,qué es esto? Así no es como se llevan a los niños que cumplían catorce, o cuando alguien se comportaba mal, levantó su pie, tenía unos zapatos raros, eran grandes, los míos son pequeños, lo último que ví fue como se acercaba a mi cara para después no ver nada más.... Acaso estoy muerto?....
Resulta que esas cosas vinieron por ti... Querían cambiarte de lugar pero actuaste de mala forma por lo que ellos tenían que lastimarte...
-Qué les toma tanto tiempo?! - hablo una voz femenina por la radio de uno de los soldados -
- mi señora, disculpe las demoras, pero el experimento Sonic nos causa problemas, se volvió a transformar- respondió -
- son unos incompetentes!! Idiotas!- grito desde la radio enojada, soltaba insultos hasta que un grito de los soldados se escuchó -
Aquel mounstro gigantesco había mordido a uno de los soldados, tenía la mitad de su cuerpo dentro de su boca y la otra mitad afuera, con aquellos dientes filosos le dió una mordida fuerte partiendo el cuerpo de aquel soldado en dos manchando las paredes, el suelo y hasta su mismo cuerpo con la sangre, no se lo trago, no, al contrario, lo escupió, giro su mirada hacia el soltado que estaba alejado de todos, exactamente al que había disparo hacia el azabache, soltó un grave gruñido, aquellos ojos rojos se hacían más intensos, los soldados apuntaron con sus armas hacia el cobalto al igual que el otro,
-apunten!!- grito el líder de aquel pequeño grupo, ahora solo quedaban cuatro, al estar en un grupo podían defenderse pero, el que estaba solo era presa fácil, estuvieron unos pocos segundos quietos hasta que el cobalto corrió hacia el soltado- fuego!!-
Los disparos se hicieron presentes, las balas impactan contra el cuerpo de aquella bestia, el piso se volvía cada vez más sucio, no duró mucho hasta que el grito del soldado se oyó, abrió su grande boca para morderlo, apresiono su cuello contra sus dientes, los soldados dejaron de disparar estando sorprendidos, el cobalto le arrancó la cabeza para después escupirlo, aquel cuerpo sin vida cayó al piso mientras la sangre salía a chorros por su cuello. Esto no era nada comparado para lo que venía después.
-preparados!!- volvió a gritar el líder a cargo -
Se sentía cansado, débil, se puso detrás del cuerpo del azabache, los soldados aun lo apuntaban con aquellas armas, bajo lentamente su cabeza, abrió su boca pero no tan grande, con sus dientes logro morder la prenda del menor,la parte del pecho, dejo salir un gruñido mientras los soldados se acercaban lentamente, estaba atrapado, pero no iba a quedarse así, cerro sus ojos para después salir corriendo arrastrando el cuerpo del azabache, tenía que salir de aquel lugar, y se llevaría consigo al contrario. No conocía la nueva instalación, podía escuchar los disparos desde lejos, corría por aquellos pasillos blancos hasta llegar al comedor, se acercó a una de las paredes, más exacta la que tenía aquel dibujo de un árbol, soltó al menor para mirar aquella pared, si quería ser libre, tenía que destruir esa pared. Y así fue, comenzó a golpear dicha pared con su cuerpo, la sangre salpicaba cada parte del comedor, se sentía desesperado, cansado, asustado, golpe tras golpe y la pared aún se mantenía firme, escucho como los soldados habían llegado, se acercó al cuerpo del azabache arrastrándolo hacia la pared, se sentía agotado, no pudo más y cayó al piso soltando unos quejidos de dolor, ya no parecía aquella vestía de antes, se veía inofensivo y débil, los soldados llegaron en ese momento apuntando lo con aquellas armas, trato de levantarse pero fue en vano, su cuerpo no respondía y caía nuevamente.
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La noche más linda del mundo.
RandomSolo diré que ... No pensé encontrar la felicidad en un lugar como este y... Después me lo arrebataran.