34. Te amo

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El que Franco no le respondiera la estaba impacientando y aunque quisiera pegarle su cuerpo no reaccionaba, se sentía traicionada pero a la vez una traidora, sentía que se le dificultaba respirar, era como si tuviera un ataque de pánico, su respiración se hizo pesada y sus manos se posaron sobre su pecho, sus movimientos empezaron a asustar a su hijo y el miedo la invadió.

Agradeció tanto que Eva llegará en ese momento y se llevará a un Andrés asustado, no era que disfrutará del dolor de su esposa pero le hacía feliz que ella por fin entendiera que ocultando su dolor no resolvía nada, inhaló profundo y se acercó a ella quien no para de temblar, la abrazó lo más fuerte que pudo sin lastimarla y aunque sus golpes eran duros sin más cesaron y rodearon su cintura aferrándose a él.

-¿Por qué Franco? - Susurro cuando ya estaba más tranquila

-Lo supe el día en que Eduvina murió, sé que debí decírtelo pero Sara fui un imbécil ese día, luego pasó lo de Andy y la verdad con lo que pasó en el testamento entendí que pese a mis errores, a no ser el mejor de los hombres y haber defraudado a quien más me amaba, ella, mi Sarita, seguía procurando mi bienestar - Respondió él levantando el rostro de la castaña - Oye, no tengo porque reclamarte, si has sido la mejor de las mujeres, renunciar a la fortuna Trueba cuando Eduvina te quería dejar como heredera al igual que nosotros, no tengo manera de comparar mi traición con la tuya, Sara, una mujer como tú vale oro, eres única, con un corazón valioso, una gran bondad y ¿sabes? No sé cómo voy a pagarle a la vida por tenerte conmigo - Dice dándole un beso en la frente mientras sus pulgares limpiaban sus lágrimas

-Renuncie a eso, porque lo único que quería era estar contigo, mi mayor fortuna son la salud de mi madre y mi abuelo, la felicidad de mis hermanas, mi sobrino y cuñados pero sobretodo el tenerlo a ustedes - Dice ella - Gracias por enseñarme el valor de las cosas simples, te amo

-Gracias a ti por llenar de luz mi vida, eres la luna que alumbra mis noches, te amo pequeña - Respondió Franco dándole un corto beso - Que está valentía, nobleza y tu buen corazón lo hereden nuestros hijos

-¿Cambiarías algo de lo que hemos vivido los últimos 2 años? - Pregunto Sarita invitándolo a sentarse a su lado

-El no haberte mentido quizás, pero me he dado cuenta que todo pasa por algo - Responde - Yo iré por Andrés y tú mientras lee esto - Dice buscando un sobre de manila en uno de los cajones de su nochero

***

Franco,

Si estás leyendo esta carta es porque ya me he ido, la verdad no sé cómo decirte todo lo que siento pero no quiero que nunca olvides que tus hermanos y tú me dieron la mayor bendición que ni todas mis fortunas me pudieron dar, el ser madre, tal vez no los traje al mundo pero quise darles lo mejor de mí y darle todas las herramientas para que sean mejores hombres, hombres capaces de ver más allá de sus narices, sé que no será fácil pero lo van a lograr, nunca te detengas para seguir tus sueños, porque de los tres eres el más noble y conciliador y sé que guiarás a tus hermanos por un buen camino y no lo harás solo, Sarita estará contigo, sé que están separados pero su amor es más grande que ustedes y van a tener una historia hermosa de amor, una que le contarán con mucho orgullo a Andrés y Gaby, porque mi nieto tendrá una hermanita, eso dalo por hecho.

Las cosas más importantes en la vida están en un camino lleno de espinas pero ustedes son fuertes y lograran todo lo que se propongan, pero deben tener como prioridad la sinceridad y la comunicación es por eso que quiero confesarte algo, Sara Elizondo la mujer que un día te dijo te odiaba, es la mujer más buena que pudiste elegir, pese a su dolor te sigue poniendo como prioridad, no quiso recibir ningún bien mío tan solo una pequeña fortuna con tal de que no te quitará tu parte de la fortuna, ella será la albacea pero no tiene en mente quedarse con nada, está dispuesta a renunciar a todo con tal de que tú seas feliz, inclusive a ti, es por eso que quiero pedirte que la cuides como el bien más preciado, esa mujer de carácter fuerte es un ángel en tu vida y sé que será una excelente madre y quién te acompañe en las tardes de la vejez cuando ya tus hijos hayan alzado vuelo, te prometo que desde el cielo te estaré cuidando y pidiendo al cielo que cumplas con todos esos sueños que tanto anhelas.

𝐏𝐚𝐬𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐠𝐚𝐯𝐢𝐥𝐚𝐧𝐞𝐬 [𝐒𝐚𝐫𝐚&𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora