The Wolf and her dragon | Arya x Daenereys |

Capitulo 22

La larga noche p2

"En posición, en posición"

"Cerrar las puertas"

"Arqueros, Arqueros a las murallas"

Se escucharon gritos en la noche, el ejército más grande jamás visto moviéndose hacia la batalla.

"Encendemos los fuegos ahora"

"Hombres a las paredes"

Los soldados corrieron, formando un enorme batallón fuera de las puertas, Dothraki, Inmaculados, Westerosi y Wildlings uno al lado del otro.

"Ya casi es hora, tienes que irte" dijo Arya mientras besaba suavemente a su esposa dragón.

"Nos veremos al amanecer" dijo la mujer de cabello plateado mientras montaba en su dragón, la asesina de ojos de tormenta se apresuró a regresar a donde estaba su hermana.

"Quédate cerca, y si te digo que corras, hazlo", le dijo la asesina a su hermana, Sansa estaba vestida con una armadura de cuero negro, dos lobos y una rosa bordada en el pecho y una cota de malla que cubría la parte superior de sus brazos.

"No te dejaré" dijo lobo rojo seriamente.

"Sí es lo que dices "

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En la puerta trasera estaba el Nacido de Hierro con un solo hombre montado, Bran y Theon uno al lado del otro.

"Sólo quería que supieras que si pudiera cambiar..."

"Todo lo que hiciste te trajo aquí, Theon, te trajo a casa. Eres tan lobo como el resto de nosotros" dijo el joven fijando su mirada en el destrozado Greyjoy, el mayor asintió rápidamente, hasta ese momento él mismo no sabía que esas eran las palabras que necesitaba escuchar. para finalmente estar en paz consigo mismo.

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Los ejércitos estaban listos, los soldados permanecían nerviosos en la fría noche, una sola figura apareció a la vista, Melisandre, la mujer guió tranquilamente su caballo hacia donde estaban los Dothraki y Jorah.

"¿Hablas su idioma?" preguntó la mujer roja, el deshonrado Mormont asintió vacilante.

"Diles que levanten sus espadas" dijo la mujer con calma, después de un momento de vacilación Jorah hizo lo que le pedía.

Melisandre sostenía la hoja de una de las espadas mientras decía las palabras de un encantamiento, luego de unos momentos las espadas Dothraki se encendieron en fuego, un fuego incombustible que se podía ver incluso desde el punto donde Daenerys estaba posada con su dragón esperando. la señal de los muertos.

"Abre la puerta", gritó Sor Davos mientras iba al encuentro de la mujer roja.

"Valar morghulis", le dijo la mujer a Gusano Gris, el general inmaculado le dedicó una mirada.

"Valar Dohaeris"

Las puertas se cerraron detrás de la Sacerdotisa Roja, justo cuando la nieve dejó de caer y un velo de hielo pareció descender alrededor de Invernalia, los soldados sujetaron con más fuerza sus espadas y escudos a medida que los sonidos del enemigo se hacían más fuertes.

Una lluvia de flechas de fuego iluminó el cielo mientras aterrizaban unos metros por delante del ejército viviente, los chillidos se hacían más fuertes minuto a minuto.